En el restaurante La Cartonera, en Santa Ana, una marea albiceleste vivió con locura los últimos minutos del juego entre Argentina y Francia, que proclamó a los sudamericanos como los nuevos campeones del Mundo.
Decenas de aficionados estallaron de júbilo cuando Gonzalo Montiel marcó el cuarto penal para los sudamericanos y la bola entró al fondo del marco del arquero Hugo Lloris, lo que convertía a los sudamericanos en los nuevos monarcas del fútbol mundial.
En Bosco Parque Gastronómico, en barrio Escalante también hubo un grupo importante de argentinos que no se guardaron ninguna emoción y gritaron, lloraron y estallaron de alegría, al ver que Argentina conseguía su tercer título.