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(VIDEO) No todo es paz en el París Saint Germain de Keylor Navas

Conflicto entre el técnico Thomas Tuchel y el jugador Kylian Mbappé

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El enojo de Kylian Mbappé el sábado pasado tras ser sustituido por su entrenador Thomas Tuchel en la victoria 5-0 ante el Montpellier es el punto negro en la marcha triunfal del París Saint Germain en el campeonato.

Este es nuevo capítulo de su distanciamiento, antes de jugar con el Nantes este martes en la jornada veintitrés.

Hay algo que no funciona en la gran temporada del PSG, líder del campeonato francés con 12 puntos sobre el Marsella, clasificado para octavos de Champions, para la final de la Copa de la Liga y para cuartos de la Copa.

“No son unas imágenes buenas, pero no somos el único club que vive ese tipo de reacción. No estoy enfadado, pero estoy triste porque no es necesario", señaló Tuchel tras el duelo.

“Pero seguiré así, tomaré decisiones deportivas. No jugamos a tenis, jugamos a fútbol, debemos tener respeto por todo el mundo", añadió el alemán.

A dos semanas del inicio de los octavos de final de la Champions ante el Borussia Dortmund, el calendario del PSG incluye esta semana el viaje a Nantes y recibir al Lyon, dos desafíos deportivos en un momento de tormenta interna.

Según la prensa, Mbappé y Tuchel hablaron el domingo para finalizar la bronca, en una relación que ha sufrido varios episodios similares en el año largo en el que el alemán ha ocupado el puesto de entrenador.

En octubre de 2018, antes del triunfo 2-0 ante el Marsella, Tuchel sancionó al jugador y a Adrien Rabiot por haber llegado tarde a una charla anterior al partido, dejándolos en el banquillo.

Más recientemente, el internacional francés se quejó de haber iniciado en el banquillo en el triunfo 5-0 ante el Brujas en Champions.

“Pienso que tenía que haber comenzado, el técnico ha elegido, hay que aceptarlo. Quiero demostrar que es difícil no contar conmigo”, dijo después el campeón del mundo en 2018.

Aquel día el prodigio, de 21 años, respondió a su suplencia con un triplete.

El equilibrio entre el ambicioso Mbappé, ansioso por conseguir récords, y Tuchel, que quiere protegerlo y ofrecer minutos a otros jugadores, es complicado.

“Pienso que es mejor que salga enfadado que con una sonrisa. Muestra sus ganas de seguir en el campo y marcar goles", explicó su compañero Presnel Kimpembe.

“Es difícil salir, pero hay que comprender que hay otros jugadores que quieren entrar", añadió el argentino Ángel Di María.

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