La manuda Viviana Chinchilla marcó un golazo olímpico ante Saprissa este miércoles y para conseguirlo le pegó a la pecosa como los diosas, ya que utilizó una técnica poco utilizada en el país en las jugadas a balón parado y mucho menos en los tiros de esquina.
La güila recurrió a un remate a ‘tres dedos’ como se conoce en el vocabulario futbolístico. Ella le pegó con el borde externo de su pie derecho y cuando todos esperaban un centro al segundo palo para aprovechar la llegada de las delanteras, pero debido al efecto que le puso a la bola agarró una curva hacia adentro y esta se metió al puro centro del marco ante la sorpresa de la meta morada.
Pablo Gabas, exjugador manudo y quien se distinguió por tener buena pata en la ejecución de tiros libres y remates de larga distancia, reconoció que el pepinazo que metió Viviana se debió a la técnica tan depurada que utilizó en el cobro de tiro de esquina.
“La forma con la que le pega y el poco ángulo que tenía permiten decir que es un golazo el que marcó. No se puede negar que la portera cometió un error en la jugada, pero el gol inicia gracias a una buena ejecución, ya que sin esa intención es imposible hacer un gol de esa calidad”, dijo.
Gabas reconoce que hay mucha dificultad en pegarle de esa manera a la pelota, especialmente por la distancia.
“Es sumamente difícil, he hecho goles de tres dedos, pero con la bola en movimiento que a veces es más fácil, pero con la pelota quieta es más complicado sobre todo por la posición del pie de apoyo. Lo del miércoles fue una muestra de que ella tiene muy buena técnica”, dijo el argentino.