En solo cuestión de horas los aficionados liguistas pasaron de la chicha a la felicidad. A los erizos se les infló el pecho de la emoción al ver al máximo ídolo de la era moderna manuda tomar las riendas del equipo. El Pato, Wilmer Andrés López Arguedas es el nuevo mandamás.
De feria, súmele que tendrá de asistentes a Mauricio "Chunche" Montero y a Josef Miso. Más manudos que esas figuras probablemente solo haya sido don Alejandro Morera Soto.
Wilmer vuelve al banquillo rojinegro exactamente un año después de que dirigió un partido del torneo de Invierno 2016 ante San Carlos, cuando ocupó el puesto como interino, a la semana siguiente fue nombrado Guilherme Farinha.
Ahora las cosas son diferentes, el presidente Fernando Ocampo aclaró que el Pato será el entrenador al menos hasta el final del torneo de Apertura.
"Tener a tres ídolos de este calibre en el banquillo es algo que ilusiona a todos los manudos", dijo Ocampo.
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Emocionado y hasta con amagos de soltar alguna lágrima, López no pudo borrar la sonrisa de su cara durante toda la conferencia de su presentación.
"Me siento muy tranquilo porque estoy acompañado por dos amigos, dos grandes personas, dos figuras que quieren mucho a esta institución y saben mucho de fútbol. Lo que queremos es devolver a la Liga a los primeros planos", comentó el Pato.
El debut para este cuerpo técnico salido del puro riñón manudo será nada más y nada menos que en un clásico, en un partido que ellos saben muy bien lo que significa.
"Yo dije el domingo, después del partido contra Guadalupe, que si alguien no se motiva esta semana previo a un clásico ya no tiene cuándo. Más bien es una ventaja para nosotros arrancar con un partido así, el solo hecho de tener a Saprissa enfrente hace que las cosas sean diferentes y veremos la actitud del jugador", explicó el entrenador rojinegro.
Tanto Miso, como el Chunche, acuerparon la idea de Wilmer de que la Liga debe ofrecer espectáculo y ser un equipo que guste en la cancha.
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"Quiero ver a una Liga de garra y corazón, que juegue bonito y que guste. Queremos ser ofensivos, un equipo que salga y proponga como siempre fue la Liga", dijo López.
Es tanto el sentimiento de López por dirigir al club que hasta pospuso una cirugía de cadera para poder llegar al banquillo y agradeció tanto apoyo a la afición
"Le agradezco a la afición, lo que dicen en redes sociales, por la confianza en nosotros. La gente sabe que fuimos jugadores muy honestos y trabajadores y ofrecemos eso mismo ahora, le decimos a los jugadores que aprovechen, este es momento de hacerlo", destacó Wilmer.
López tendrá su primera experiencia real como técnico de primera división, habrá que ver si continúa su legado en la cancha en el banquillo.