Un joven, de 23 años, oriundo de Guápiles, cuya identidad prefirió mantener en reserva, logró evitar ser víctima de una estafa laboral gracias, irónicamente, a su mala memoria. El descuido que en otro momento le había jugado en contra, esta vez, se convirtió en su salvación al hacerlo dudar de una supuesta oferta de empleo que resultó ser un intento de fraude.
Este joven, a quien llamaremos Fernando, nos confesó que había sido despedido de su trabajo y esto lo llevó a buscar opciones laborales desesperadamente.
“Había sido despedido de mi trabajo anterior y tenía unos seis meses de estar sin brete. Y ya había llegado a un punto de mi vida en el que había enviado currículums a todo lado, aplicara o no; con mis conocimientos tiraba hojas de vida”, expresó.
Después de estar en esa exhaustiva búsqueda, un día que estaba entrenando le entró una llamada, la cual parecía tentadora, por lo que pausó todo y se puso al tanto de lo que le estaban ofreciendo.
“Recibí una llamada, no recuerdo bien el nombre de la empresa en sí, era algo de servicios médicos. Ellos me explicaron que les había llegado mi hoja de vida y que se interesaron en mi perfil, por eso querían hacerme una entrevista previa por teléfono, para llegar a la entrevista formal (presencial) y ya lograr un contrato”, agregó.
El guapileño comentó que la persona que estaba al otro lado del teléfono le hizo una serie de preguntas muy formales, como en cualquier empresa: “experiencia laboral, pretensión salarial, lugar de residencia, estudios y todo aquello relacionado con temas de trabajo”.
“Estuve, aproximadamente, así por media hora, porque realmente era una oferta muy atractiva, más cuando me dijeron que las oficinas estaban en Guápiles y el trabajo sería desde la casa. Además, el salario sería de 685 mil. Obviamente, escuchar todo eso me emocionó bastante. La persona me indicó que había pasado la entrevista telefónica, y que solo quedaba hacer una cita para reunirnos presencialmente, pero me dijeron que para eso necesitaba una firma digital.
“Yo nunca he tenido firma digital, porque nunca he necesitado en los trabajos, por eso les pregunté qué podía hacer para aplicar”, detalló.
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Fer admitió haber cometido varios errores; uno de ellos, fue prestar atención sin dudar que la llamada podría ser una estafa para dejar vacía su cuenta de banco.
“Cuando les confieso que no tengo firma digital, me dicen que ellos me pueden ayudar a sacar la cita en un banco por medio de un link, pero que además por sacar la cita para esa firma digital con ellos puedo obtener un buen descuento para que no me salga caro el procedimiento de abrir una firma digital”, dijo.
El estafador y este joven tuvieron que ponerle una pausa a la llamada, mientras iba a su casa para hacer el procedimiento en una computadora con conexión a internet.
“Cuando llegué a mi casa, me conecté desde la computadora y accedí al link. Era un enlace de una página web con varios nombres de bancos. Cuando entro al banco, me dice que ponga el usuario y contraseña para sacar la cita, pero en ese momento la persona me dice que sí estoy seguro que la información que estaba poniendo era correcta, porque a él le salía incorrecta. Yo, por lo general, uso las contraseñas con Face ID (contraseñas por medio de reconocimiento facial), porque nunca me acuerdo”, comentó.
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Fernando estaba tan cegado, que el estafador lo hizo cambiar de contraseña en el banco, para que, supuestamente, pusiera lo correcto.
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“Me meto en la aplicación del banco, olvido la contraseña, la cambio y la persona me dice que tengo que verificar que pueda entrar a la plataforma del banco con esos nuevos datos. Yo lo verifico y me vuelve a decir que me meta al link y vuelva a poner el usuario y la contraseña. En ese momento, ya lo veía muy obvio todo; me quedé pensando dos segundos y le contesté que si quería que metiera mis datos del banco en una página web”, sostuvo.
El estafador profesional le intentó generar confianza a Fer diciéndole que sus datos nadie los iba a ver, pues a eso no tenían acceso.
“Para ganarse mi confianza, me mandó una parte de la página en la cual había un candado que hace ver las páginas seguras”, manifestó.
Este joven, con las esperanzas perdidas, le expresó a la persona que no iba a poner nada en la web y que en la entrevista presencial se animaría a hacer el trámite del pago.
“Me dijo que tenía que ser ya, y me pidió un Sinpe para sacar la cita. Ahí empecé a ver todo extraño y esta persona se empezó a alterar y me hablaba de mae. Me estaban pidiendo 100 dólares (poco más de 50 mil colones), pero le dije que solo le podía pagar cierto monto, y lo que hizo fue colgarme”, detalló.
El joven, quien vive camino al Caribe, confesó que no puso denuncias de nada, pues no lograron quitarle un cinco; lo que sí agradeció fue por tener mala memoria en ese momento y no saber su contraseña correctamente.
“De experiencia me quedó verificar mejor las páginas donde me meto para encontrar trabajo, verificar la empresa y los datos, además de estar alerta, porque me di cuenta de que no todo lo que brilla es oro”, concluyó.