En medio de caminos rocosos, en un ascenso que destroza piernas y que hace devolverse a más de uno, el “Dueño del Monte” una vez más marcó el paso y demostró que no hay nadie como él en esta prueba.
En medio de caminos rocosos, en un ascenso que destroza piernas y que hace devolverse a más de uno, el “Dueño del Monte” una vez más marcó el paso y demostró que no hay nadie como él en esta prueba.