Desesperada y sin vivienda, debió velar hace tres días a Carlos Moisés a la intemperie en la misma calle de Tegucigalpa en la que vive hace muchos años.
Desesperada y sin vivienda, debió velar hace tres días a Carlos Moisés a la intemperie en la misma calle de Tegucigalpa en la que vive hace muchos años.