El Salvador está conmovido, el mundo está conmovido. Las muertes de Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su pequeña hija Angie Valeria, de casi dos, quienes murieron ahogados en el río Bravo cuando cruzaban desde México hacia Estados Unidos, deben llamarnos a la reflexión sobre lo bendecidos que somos al vivir en Costa Rica.