Farándula

Actor Liam Neeson tuvo un amor de película en la vida real

Irlandés fue el encargado de firmar la autorización para realizar las desconexión de su amada luego de que sufriera muerte cerebral

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A mediados de marzo de 2009, Liam Neeson recibió una llamada de su mujer, la actriz Natasha Richardson. Ella se había ido unos días a esquiar mientras él rodaba en Toronto y durante una clase de esquí se había caído. Según Natasha no había de qué preocuparse, pues solo había sido un pequeño accidente sin importancia.

Pero Neeson jamás volvió a escuchar su voz. Horas después de aquella conversación fue trasladada por una ambulancia a un hospital de Montreal luego de sentirse desorientada.

Cuando el actor llegó al hospital, luego de dejar a sus hijos de 12 y 13 años al cuidado de su abuela, se encontró al amor de su vida envuelta en un mar de tubos. Había sufrido un derrame y su situación era de muerte cerebral.

Esta dolorosa historia fue recordada recientemente por el diario El País, que citó que Neeson y Richardson se habían hecho una promesa: si alguno de los dos se encontraba en una situación vital irreversible, el otro no permitiría que le mantuviesen con vida artificialmente.

“Fui a su lado y le dije que la amaba. Le dije: ‘Cariño, no vas a salir de esta. Te has golpeado la cabeza. No sé si puedes oírme. Te llevaremos de regreso a Nueva York y todos tus familiares y amigos irán a despedirte”.

El actor cumplió su promesa y firmó la desconexión, los órganos de Natasha fueron donados. Neeson, con dos hijos adolescentes, se convirtió en el personaje que protagonizó la cinta “Love Actually” (2003), un viudo incapaz de lidiar con la muerte de su gran amor.

Pero en el 2009, al pie de una cama de un hospital neoyorquino y tras el fallecimiento de su esposa, el dolor se apoderó de él y su primera decisión fue salir de un proyecto al que llevaba unido cuatro años: “Lincoln” que iba a volver a reunirlo con Steven Spielberg luego de “La lista de Schindler”. El director lo comprendió. El hombre que llevaba casi un lustro preparándose para uno de sus papeles más ansiados ya no estaba allí.

Según confesó Liam, después del trauma se refugió en el alcohol y en el trabajo.

“Creo que sobreviví escapándome al trabajo. Sé cuántos años tengo y que estoy a una lesión en el hombro de perder papeles como el de Búsqueda implacable. Así que me quedo con el entrenamiento, me quedo con el trabajo. Eso es lo extraño del dolor: no puedes prepararte para ello. Crees que vas a llorar y terminar de una vez. Haces planes, pero nunca funcionan”, declaró el actor a Esquire.

Búsqueda implacable (2008) había sido la película que, un año antes, había cambiado su carrera. Neeson se había convertido en un héroe de acción gracias al impredecible éxito de aquella pequeña producción europea cargada de clichés en la que un hombre con “habilidades concretas” se enfrentaba a una mafia de trata de blancas para salvar a su hija.

La presencia de Neeson en aquella peli era extraña por su trayectoria previa —y por su edad, había sobrepasado la cincuentena— que solo la puede explicar el hecho de que fue él quien reclamó protagonizarla.

El irlandés se había enamorado del guion y cuando se cruzó con el productor Luc Besson durante un festival lo abordó directamente: “Mira, estoy seguro de no estar ni cerca de tu lista de actores para esto, pero fui boxeador, me encanta hacer las escenas de pelea y he hecho algunas películas de brujería con espadas y esas cosas. Por favor, piensa en mí para esto”, contó Liam el año pasado a Entertainment Weekly.

No le pudieron decir que no.

“Me sentí como un niño en una juguetería haciéndola, entre especialistas y las escenas de acción y el entrenamiento con armas. Me encantó.”

La película recaudó 226 millones de dólares y sus dos secuelas que superaron los $300 millones, por lo que situaron a Liam como uno de los actores mejor pagados de Hollywood.

Bryan Mills se convirtió en un nuevo personaje icónico para un actor que ya acumula unos cuantos en su carrera. Neeson ha interpretado a todo tipo de héroes, ha sido Qui-Gon Jinn en “La amenaza fantasma”, el Ra’s al Ghul en el Batman de Nolan, el líder irlandes Michael Collins, Oskar Schindler, Rob Roy, el Jean Valjean de “Los miserables”, el mismísimo Zeus, el Hannibal al que le encantaba que los planes saliesen bien en “El equipo A” y hasta el majestuoso Aslan de “Narnia”.

Incluso, Michael Bay pidió a los animadores de “Transformers” que se inspiraran en él para crear el lenguaje corporal de Optimus Prime.

A lo largo de sus más de 40 años de carrera, Neeson ha trabajado con los mejores directores. Además de Spielberg se ha colocado a las órdenes de Martin Scorsese, Ridley Scott, Clint Eastwood o Woody Allen.

En muchas de sus producciones hay un elemento unificador: la pérdida de un ser querido, lo cual podría ser una casualidad o una forma de honrar a su esposa en cada una de sus producciones.

Fuera de la pantalla, Neeson aborrece las armas. Pero a pesar de ello, el 25 de junio volverá a tener una en sus manos en “The Ice Road”, una cinta de acción que se estrenó este viernes en Netflix y que puede ser la última película de este género que haga el actor.

La pareja se había enamorado mientras interpretaban el drama Anna Christie en el teatro. Él era casi un recién llegado y ella, miembro de una dinastía de actores con más de un siglo de tradición a sus espaldas. En ese momento, Richardson estaba casada con el productor Robert Fox, pero su química fue tan profunda que un año después estaban casados y rodando su primer película juntos, Nell (1994), junto a Jodie Foster.

Erick Quirós

Periodista de farándula y espectáculos desde 2013. Experiencia en coberturas deportivas. Estudió periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. En 2019, 2020, 2021 y 2022 fue premiado como el periodista de mayor visitación de La Teja. En 2019 (compartida) y 2021 recibió el premio de periodista del año de este mismo medio.

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