El creador de contenido costarricense Araya Vlogs viajó hasta China con la ilusión de ver en acción a los famosos restaurantes robóticos, pero la experiencia fue muy diferente a lo que esperaba.
Vlogs documentó en sus redes sociales su paso por Shanghai, donde tenía como misión principal confirmar si todo lo que se decía en Internet sobre restaurantes con inteligencia artificial era cierto o puro cuento.
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“Estamos en China, en Shanghai, y nuestra misión principal es encontrar un restaurante donde cocine un robot. Queremos ver si es real lo que dicen de los robots meseros, robots chefs... o si nos están mintiendo”, comentó al inicio de uno de sus videos.
En una de sus primeras paradas logró visitar un local en el que la comida llega al cliente por medio de una máquina, sin necesidad de meseros. “Solo hablé con un humano para pagar. Este local puede atender a 80 personas en un espacio pequeño, y sin meseros. En un restaurante tradicional se necesitaría mucho más personal y logística”, relató.
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Sin embargo, lo que parecía una aventura tecnológica terminó en una decepción. Araya explicó que muchos de los restaurantes robóticos que buscaba estaban cerrados o ya no existían.
“Google está bloqueado y Google Maps no sirve. He ido a tres restaurantes robóticos en distintas zonas de la ciudad y todos estaban cerrados. La inteligencia artificial me decía que estaban abiertos y luego que no. Ni siquiera la IA de China tiene la información actualizada”, dijo frustrado.
Según lo que investigó durante su estadía, muchos de estos locales cerraron por los altos costos operativos. “Se decía que usar robots haría todo más barato, pero es carísimo comprarlos, darles mantenimiento y actualizarlos. Solo técnicos especializados pueden trabajar con ellos. Y nada de eso garantiza que la comida vaya a ser deliciosa, que es lo más importante en un restaurante”, explicó.
También mencionó que la falta de contacto humano fue clave para el fracaso de esta idea, especialmente en un país donde la hospitalidad es muy valorada. “Al inicio fue una locura, pero la gente iba una vez y no volvía. La moda pasó rápido, más con la pandemia que golpeó fuerte este tipo de negocios”.
Finalmente, Araya aseguró que la industria ya no apunta a restaurantes completamente robotizados, sino a tecnología que apoye a los humanos.
“Ahora se busca que los robots hagan tareas específicas como batir, cortar o hervir, pero no que tengan el control total de la cocina”, concluyó.