La llamativa historia de Merivone Rocha Moraes, una bailarina de 37 años, se ha hecho viral en los últimos días y ha conseguido la atención de los medios de todo el mundo, pues contrajo matrimonio con un muñeco de trapo llamado Marcelo, con el que también, según afirma “tuvo un hijo”.
Durante varios días la mujer ha sido motivo de risas, críticas y burlas en redes sociales debido a su anuncio, sin embargo, la curiosa relación tendría un trasfondo, ya que esa fue la mejor forma que encontró la dama para que el mundo entero la conociera y así pulsear una casita propia. Es decir, fue para llamar la atención, así como mucha gente hace locuras en Internet.
Merivone vive en Brasil y su esposo fue confeccionado por su mamá. Merivone necesitaba un compañero de baile y su madrecita decidió hacer para ella un muñeco de trapo a la medida para que pudiera practicar los pasos.
Pero la bailarina encontró en su pareja una oportunidad para hacer realidad dos sueños: vestirse de novia y comprar una casa.
Entonces se inventó todo lo de la boda y la relación. El muñeco de trapo y su esposa pasaron la luna de miel en Río de Janeiro y en menos de un mes la mujer anunció que tendría un bebé, Marcelinho, al que presentó en redes sociales en mayo. Incluso, compartió imágenes del insólito y falso parto.
La mujer reconoció que planeó la boda con un fin.
“Fue para llamar la atención de los programas de televisión para que me ayudaran a conseguir una casa. Quiero ganarme una casa y por eso decidí casarme con Marcelo”, aseguró.
La bailarina hace publicaciones constantes de su vida con el muñeco de trapo y su hijo y si bien se hizo viral, de momento no ha logrado su cometido.
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De moda.
Este caso es similar a algunos que han ocurrido en todo el mundo, por ejemplo el de Yuri Tolochko, el fisicoculturista y actor ruso que se hizo popular en el mundo después de casarse en el 2020 con una muñeca inflable y que luego afirmó que le dio vuelta a la muñeca, porque se enamoró de un cenicero.
El caso del ruso, que admitió ser pansexual (que le entra a todo), fue muy comentado en redes sociales, pues hizo una ceremonia con la muñeca que más de una pareja envidiaría.
Otro caso muy conocido es el de Akihiko Kondo, un japonés de 38 años que se identifica como “fictosexual”, o alguien que se siente atraído sexualmente por personajes ficticios, quien contrajo matrimonio con un holograma.