Britney Spears logró salir de ese infierno que era estar tutelada por su padre. Sin embargo, la cantante ha confesado que aún tiene que hacer frente a otros problemas personales, concretamente una lesión nerviosa en el lado derecho de su cuerpo.
La llamada “Princesa del Pop” lo ha confesado a través de una publicación que ha compartido a través de su perfil de su cuenta en Instagram, aclarando además que es una enfermedad que es permanente.
“No existe cura, excepto Dios”. Una dolencia que se produce en los nervios cuando el oxígeno no le llega correctamente al cerebro, el cual se apaga y hace que esos nervios de varias partes de su cuerpo se “adormezcan”.
Britney ha revelado que muchos días se despierta ya con problemas: “Me despierto como tres veces a la semana en la cama y mis manos están completamente entumecidas... Los nervios son diminutos y se sienten como alfileres y agujas en el lado derecho de mi cuerpo, se dispara hasta mi cuello y la parte que más me duele es mi cabeza. Me pica y da miedo”. Habla, de hecho, de que este dolor lleva consigo desde años atrás.