Farándula

El nuevo divorcio de Carolina Sánchez: “No hubo terceros como dicen por ahí”

La expresentadora dice que no le cierra la puertas al amor, pero que no se volvería a casar

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La expresentadora de televisión Carolina “la Chama” Sánchez, volvió a la soltería una vez más.

La comunicadora se divorció de su segundo esposo, Fernando Altmann, hermano de la exprimera dama Josette Altmann, exesposa del expresidente de la República, José María Figueres.

Hablamos con la venezolana sobre este difícil momento y comentó que está muy tranquila. Además aclaró que su divorcio no fue por culpa de una tercera persona.

– ¿Hace cuánto se dio la separación?

Ya han pasado algunos meses (no quiso decir cuántos) y ya estamos divorciados, ya firmamos. Estoy tranquila.

– ¿Fue un proceso rápido o ya tenían tiempo analizándolo?

Sí, a mí siempre me había llamado la atención que los gringos se divorciaban por diferencias irreconciliables y yo decía ¿con qué se comerá eso?, pero hasta que pasé por esto entiendo qué es lo que quiere decir. Eso es que uno va para un lado y el otro para el otro; uno piensa una cosa y el otro otra.

– Tenían su buen tiempo juntos...

Nosotros duramos bastante de novios, fueron como tres años y medio e íbamos a cumplir cuatro años de casados (el 23 de setiembre), o sea, fueron casi ocho años. Fíjate que nos queremos mucho, pero llegó un momento en que la relación no funcionó más y antes de que se pusieran feas la cosas preferimos terminar el matrimonio.

– ¿Hubo dificultades para llegar a un acuerdo?

Fue muy fácil llegar a un acuerdo. Yo tenía mi casa entonces me fui para mi antigua casa (ubicada en Santa Ana), que la había comprado en el 2008 y la tenía alquilada.

– ¿En qué términos quedaron?

Ahora, además de trabajar en Claro, soy empresaria, porque soy socia de mi hermano en una empresa de construcción y tenemos muy buenas relaciones comerciales con él (Fernando). Aquí nadie está peleado y además, a mi hija Sara, él la quiso como su hija y los tres hijos de él y los siete nietos eran como mis hijos. Claro que ahora mantenemos las distancias, porque él está haciendo su vida.

– ¿Cuándo sintió que la relación venía fallando?

Las relaciones de pareja tienen tiempos buenos y malos. Teníamos nuestros momentos buenos y malos, pero la encerrona por el covid fue muy difícil. Cuando una relación va mal empiezan a darse discusiones, desacuerdos y eso fue lo que pasó simplemente.

No hubo terceros como dicen por ahí. Fernando es una persona bastante tranquila en ese sentido, nunca ha sido mujeriego. Si él anda o no anda ya eso es problema de él y será ahora porque nosotros no nos divorciamos porque se haya enredado con nadie, ni yo tampoco. Fueron diferencias irreconciliables, como dicen los gringos.

– ¿Está peleada con el amor después de dos fracasos matrimoniales?

Creo que este es un momento en la vida para conocer gente, no estoy cerrada al amor porque me haya divorciado por segunda vez, pero lo que sí creo es que no me volvería a casar, aunque sí creo en el matrimonio. En este momento mi prioridad es seguir conociéndome como mujer y aprovechar mi tiempo libre. Ahora tengo tiempo para hacer ejercicio, para estudiar (portugués), para estar conmigo misma y eso me encanta.

– ¿Cómo ha hecho para mantenerse fuerte?

Al principio siempre he buscado ayuda, estuve varios meses con un sicólogo buenísimo que se llama Roberto Alonso, que me apoyó montones, pero toca enfrentarlo. Lo bueno es que ahora tengo a mi mamá, a mi hermano y a mi sobrina, entonces, tengo una parte importante de mi familia conmigo. Mis amigos han sido contenedores también.

– ¿Cómo se siente ahora después de vivir ese momento de la separación?

Vieras que nunca me sentí mal, porque cuando te divorcias y no hay hijos es un poco más fácil, con mi primer divorcio (Carlos Rodríguez, exdueño de La Guácima) mi hija tenía nueve años y había sido un divorcio muy feo, muy difícil (le fueron infiel con Melissa Mora), pero en este no, fue todo muy fluido, no hubo grandes discusiones ni nada que uno se tenga que avergonzar.

– ¿Tiene miedo de volver a empezar una relación?

No tengo miedo, lo que sí sé es que ya tengo ciertas herramientas para no volver a escoger ciertas cosas. Aunque bueno a veces el corazón manda más que la razón.

– ¿Cómo fue ese retorno a su antigua casa?

Yo quería irme a un apartamento pequeño porque pensaba que la casa para mi sola era un poco grande, aunque tampoco se crea que es una mansión, pero fue como mi refugio en el 2008 (su primer divorcio), así que al llegar ahí doce años después me sentí como en casa.

– ¿Qué ha estado haciendo para dejar atrás el pasado?

Hago mucho ejercicio, tengo un grupo de amigos con los que hago boxeo, hago spinning, juego tenis, estoy estudiando portugués y sueño con echarme un viajecito a Brasil para practicar. Estoy leyendo montones de libros y ahora con esto de la restricción de los domingos estoy viendo películas y series.

– ¿Qué consejo le daría a una persona que esté pasando por un proceso similar?

Uno tiene que ser feliz y es muy doloroso, porque cuando uno se casa cree que es para siempre, pero nada es para siempre, así que hay que disfrutarlo mientras dure. La tranquilidad y la paz no tiene precio y si uno no es feliz mejor replantearse si sigue casado o se separa.

Silvia Núñez

Silvia Núñez

Periodista de Espectáculos y Sucesos. Bachiller en periodismo de la Universidad Central desde el 2004. Labora en el Grupo Nación desde el 2013.

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