“Este año la reducción de jornada laboral ha afectado mis ingresos, el aguinaldo será menor, las deudas siguen igual y no creo que en la empresa nos vayan a ampliar el horario de nuevo. He buscado trabajo en otros lugares, pero he tenido mala suerte o ofrecen salarios muy bajos. ¿Cómo les explico a mis hijos que no es momento para gastar plata?”.
1. Este ha sido un año de situaciones muy fuertes a nivel económico, social, laboral y personal que tienen que llevar necesariamente a un replanteamiento del estilo de vida y esto requiere comprender de que esta situación excede las capacidades de cualquiera y que responde a una realidad de salud pública y económica a nivel global que tomó a todos por sorpresa.
2. Este año también es una oportunidad para que los adultos hagan una revisión de lo que han considerado importante y trascendente en la vida de sus hijos, pues quizá los han acostumbrado a muchas cosas. Pero en medio de la austeridad existe una oportunidad para desligarse del consumo y abrigarse en la prudencia, para ser abundantes en afecto, comprensión, cercanía, juego, escucha, comunicación constructiva y fortalecer los lazos.
3. ¿Cómo se les explica la realidad a los hijos sin darle un tinte oscuro ni dramático? Básicamente diciendo la verdad, que las cosas han cambiado un poco, que las actividades serán diferentes, ya que los ingresos se han disminuido, pero que como familia van a salir adelante. Y todos van aportar agradecimiento, aprender a vivir con lo que tienen y tocará ceder a las aspiraciones, las cuales tal vez, no todas sean necesarias.
4. Es cierto que es triste y para algunas personas ha sido difícil de aceptar, pero también es un momento sumamente importante para revisar a profundidad sobre qué está puesta la motivación de su vida, la cual tiene que estar puesta en hacer las cosas bien, dar paso el amor, ya que todo lo demás se vuelve simple.