“Quisiera tener claro cómo ser más agradable, ya que es algo que me mortifica. Antes era muy complicado, pero he cambiado y quisiera saber cómo mejorar y hacer las cosas de la mejor manera para llevarme bien con la gente”.
Hace como cuatro o cinco años escribí una nota sobre “El arte de la calidez” y le voy a dejar por acá una pequeña parte, pero antes es importante no perder de vista que todos podemos ser aquello que deseamos, solo se requiere:
· Reconocer el problema.
· Definir las acciones para mejorarlo.
· Ejecutar las acciones.
· No dar espacio a la pereza.
· Enfocar nuestros objetivos y avanzar.
Ante la pregunta: ¿cómo llevarnos bien con las demás personas? La respuesta es sencilla, haciendo las cosas bien. Esto significa:
· Sonreír.
· Cuidar nuestras palabras.
· Hablar con prudencia y decencia.
· Ser pacientes para escuchar y prudentes para responder.
· Respetar el espacio privado de los demás.
· Ser cautos en nuestros comentarios y evitar el chisme.
· Tolerar las diferencias y enriquecernos con ellas.
· Si vamos hacer una observación, hay que escoger muy bien el momento y el lugar.
· Actuar con reciprocidad.
Llevarse bien con los demás no debería ser difícil, esto implica hacer un ejercicio personal de revisión interior y darnos cuenta que muchas veces lo que dispara el conflicto es:
· La intolerancia.
· El egoísmo y el capricho.
· Falta de reflexión ante la crítica.
· La falta de prudencia ante emociones están desordenadas.
· Las visiones prejuiciosas.
· El sentirse poseedores de la verdad.
· La incapacidad de decir perdón.
· El resentimiento que impide reparar el daño.
Cuando somos capaces de revisar todos estos ejes, crecemos emocionalmente y esto posibilita desarrollar un conjunto enorme de hábitos y actitudes constructivas, que son un reflejo de nuestro ser interior, por tanto, llevarse bien con los demás muchas veces es una proyección de nuestra imagen interna.
La decisión es suya.