“Estoy conociendo a una persona, pero es muy intenso. Nos conocimos por medio de una aplicación y hemos salido dos veces, pero me escribe durante todo el día y si no le contesto me dice que él sabe que no es importante, a pesar de que tiene una intención seria y que quiere casarse. Le he dicho que vayamos con calma, pero me hace reclamos constantes. Yo ya no quiero nada con él, pero me da tristeza que se sienta mal”.
1. Toda relación debe pasar por una etapa de progresividad serena, consciente, en la que se vayan conociendo con el objetivo de perfilar si es viable tener una relación con esta persona. Conocerse va a implicar evaluar una atracción en la forma de ser, pensar y actuar. También pasa por evaluar la forma de comunicación, las finanzas, el desarrollo laboral y aspectos que favorezcan la integración social.
2. Cuando una persona, después de dos contactos, establece criterios afectivos en los que habla de casarse, no comprende que no se tiene una disponibilidad de tiempo al 100% y todo lo ve como rechazo, se olvida que hay otros frentes de atención en la vida como la familia, el trabajo y los tiempos personales.
3. Establecer una relación no puede estar sujeto solo al componente de la atracción, el acompañamiento, o la diversión, sino que es fundamental evaluar la capacidad de una persona para la comprensión, la tolerancia, el respeto, a todo lo que es y hace la otra persona.
4. Si usted no se siente cómoda y cree que él no la comprende, tomar decisiones es un paso importante, pero usted no se apoye en la tristeza que él pueda sentir.
5. Toda relación desde las primeras etapas debe identificar situaciones y ponerlas sobre la mesa, con el afán de resolver, analizar y observar, para que ambos se sientan cómodos. Nada de lo que usted menciona se puede omitir, porque al observar y analizar tendrá criterios para la toma de decisiones.