Conozca a la payasita Florcita, una de las más lindas y talentosas de Costa Rica

Flor Chaves, mejor conocida como la payasita Florcita, está en el mundo de las narices rojas, pelucas y caras maquilladas desde que era una chiquilla.

Ella es vecina de Cartago, tiene 30 años y no se imagina su vida sin hacer payasadas, pues es lo que le gusta y lo que le ha dado de comer durante mucho tiempo.

Chaves nos llamó la atención porque una vez que se quita toda la pintura de su cara, deja al descubierto lo hermosa que es. Además, porque sus ojos verdes son cosa seria.

-¿De dónde salió ese gusto por ser payasita?

Por mi hermano, era muy chiquitita y él ya hacía shows. Entonces empecé ayudándole a hacer globitos y pintacaritas. Más adelante, como a los 14 años, pude hacer mi primer evento sola, para mí fue lo más terrible del mundo, pero me sirvió para seguir estudiando, avanzar e ir a congresos.

-O sea, no es solo pintar la cara e ir a hacer payasadas...

Sí, hay que prepararse bastante. Se toman cursos de maquillaje, talleres de pintacaritas, globos, magia, sí es mucho lo que se debe estudiar.

-¿Se dedica solo a ser payasa?

No, también soy influencer de maquillaje de Super Salón, hago mis videos en redes sociales. Es algo que me gusta mucho hacerlo, pueden ver mis diseños en la redes sociales en Make up by Florcita.

-¿Le dicen que es una payasita muy bonita?

Sí, sí me lo dicen, les parece vacilón cuando me ven sin maquillaje, pero también tengo colegas muy guapas.

-¿Cómo es la vida de una payasita?

Tengo un hijo y paso mucho con él. Toda mi familia es de vacilar y molestar mucho y yo también, de hecho mi hijo va por ese camino. Aunque cuando me toca ser seria, lo soy.

-¿Le gustaría que su hijo se dedique a esa profesión?

No sé si por completo, pero como un pasatiempo sí; obviamente uno siempre quiere que su hijo tenga algún título que lo respalde, porque en Costa Rica lamentablemente no hay escuelas de payasos como en otros países y que es una carrera como cualquier otra. Pero sí noto que a él le gustan muchos los escenarios.

-¿Es un trabajo que da para vivir?

Sin pandemia sí, pero gracias a Dios tengo muchos eventos, también doy animación comercial y ya con eso uno complementa.

-¿Cómo le ha ido con las fobias o miedos que le tiene alguna gente a los payasos?

De todo, desde que un señor me gritara y me pidiera que me quitara, era exagerado ver a una persona adulta así, pero uno entiende que hay fobias que se llevan hasta grandes. Yo trato de respetar mucho a las personas y a los niños, si uno no se acerca o no quiere que lo pinten, yo prefiero evitarlo, porque no quiero que me tengan más temor. La gracia es que las personas vayan perdiendo la fobia poco a poco. Ahora los chicos son mucha tecnología y cuesta sacarlos de la zona de confort, pero se saca la tarea.

-¿Qué servicios brinda una payasita?

Puedo animar, pintar caritas, globoflexia, show con sonido profesional en cualquier tipo de evento.

-¿Siente que la gente valora ese trabajo?

Hay todo tipo de clientes, algunos demasiado buenos y otros que piensan que uno cobra mucho o buscan más baratos, uno lo que tiene que entender es que es el presupuesto de ellos. En realidad en el país hay muchos payasos, eso lo vemos en los congresos que se hacen cada cierto tiempo.

-¿Cómo lo toma su esposo?

Cuando éramos novios no le gustaba mucho que fuera payasita, me pedía que me cambiara rápido, no era algo que le encantara, pero ya tenemos muchos años juntos y ya lo ve normal, ya se acostumbró.

-¿Cuánto vale una presentación de un payasito?

Depende de lo que te ofrezcan, porque algunos ofrecen shows de magia y más extras. Diría que de unos 65 mil para arriba.

-¿En qué cree que su vida fue diferente por ser payasa?

Como empecé tan joven, en el cole me molestaban mucho, me decían que si no me daba vergüenza y que yo solo payasadas, pero para mí eso no es ofensa, es mi profesión. A veces uno no está bien y tiene que ir a un evento y que nadie note que estás mal, otras veces te encontrás con historias muy duras, de niños con una enfermedad o familias de personas recién fallecidas, no es fácil ser payasita, hay que saber manejar el tipo de público que se tiene.