Construyamos círculos de diálogo en familia

1. Estamos viviendo una pandemia y esto ha movido todo nuestro mundo, nuestra forma de ser y de estar ha cambiado radicalmente. Muchos estamos experimentando emociones que antes no teníamos, así que el estrés, la tensión, la preocupación, la tristeza y la nostalgia han formado parte de nuestro día a día.

2. Tenemos que desarrollar una visión diferente de la vida, muy sensible y profundamente respetuosa de las emociones de los demás. Aprender a escucharnos para darnos apoyo los unos a los otros, de forma tal que nuestra vida tenga una connotación emocional muy diferente, es decir positiva.

3. En un primer paso, los círculos de diálogo en familia crean espacios cálidos. Estos deben responder a dos grandes preguntas: ¿cómo se siente? Luego, ¿en qué le ayudo? Es importante que nos demos la oportunidad de hablar de lo que sentimos, de forma tal que cuando alguien abra su corazón nos demos la oportunidad de expresar todo lo que llevamos por dentro, sin juzgar, señalar o criticar. Esto es un gran momento para que las personas podamos abrirnos y sentirnos escuchados, pero también es el momento para dar paso a algo más. ¿Cómo le ayudo?, ¿cómo le apoyo?, ¿qué necesita?, ¿qué puedo hacer por usted?. Todos tenemos que comprometernos en este sentido.

4. Dialogar en casa, abrir nuestro corazón y procurar una expresión solidaria puede favorecer positivamente una vivencia emocional más sana, así que tenemos que trabajar en esto de dialogar en familia.

5. Nos ayuda a hacer catarsis sacar lo que llevamos por dentro y dejar de sentirnos solos. Quiero invitarlo a que sea el primero en su familia y pruebe abrir estos espacios de diálogo, donde nos acogemos desde el amor, la comprensión, la compasión, la tolerancia y la empatía. Cuando nos sentimos apoyados, las cargas se hacen más livianas y es momento de trabajar en esto, hoy, aquí y ahora.