Farándula

Cristian Tristán pasa de ser el serio en Giros a morirse de risa en Pelando el ojo

El periodista ya tiene 18 años en Repretel y 11 de ellos también en el programa de humor

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Cristian Tristán es el único periodista que aún se mantiene en Giros desde que la revista matutina de Repretel empezó, hace 18 años.

Además, él es el encargado de manejar las redes sociales del programa radial Pelando el ojo, pero lo que muy pocos saben es que es amante de la historia de civilizaciones antiguas y de los astros.

Aunque usted lo escucha muerto de la risa en el programa de humor de radio Monumental, el comunicador dice considerarse una persona superseria y con pocas habilidades para entretener a los demás.

Conozca un poco más sobre este reportero, de 41 años, que la semana pasada estuvo también como presentador de la Teletón.

- ¿Hace cuánto tiempo llegó a Repretel?

En Giros estoy desde que arrancó, hace 18 años, pero estoy en Repretel desde un poquito antes, porque entré para un programa que se llamaba Cómplices, que daban antes de Giros. Tenía como 20 o 21 años.

-¿Por qué con tantos años no le han dado el campo de presentador?

Lo hice durante un tiempo, pero no. Es que la televisión es tan maravillosa en todos los aspectos que de verdad no importa si uno está al frente, si uno está detrás, si está en la calle o si uno está de camarógrafo, uno cuando se involucra en este mundo empieza a descubrir que todos los aspectos y todos los pasos son sumamente importantes, entonces, no es algo que a mí me despierte las ganas de decir, ‘pónganme’, no.

-¿Cómo termina formando parte de Pelando el ojo?

Hace mucho tiempo, cuando los programas de televisión empezaron a tener redes sociales, me invita Óscar Sánchez (exproductor de Repretel) a ayudarle una temporada en unas corridas de toros de Zapote hace 12 años a manejar las redes sociales del canal y el elenco era básicamente el equipo de Pelando el ojo. Después se hizo una temporada de toros en diferentes comunidades, recuerdo que fuimos a Pérez Zeledón, a Corralillo, a Guanacaste, y en algún momento me dice Norval Calvo: ‘a mí me interesa también muchísimo tener a alguien que durante el programa esté ahí escribiendo en redes sociales y como interactuando con la gente’, hablamos con Óscar y se cuadró todo para que pudiera incorporarme a Pelando el ojo hace más de 11 años.

- ¿Cómo fue esa integración al programa cuando el humor no es lo suyo?

Yo no solo no soy humorista, sino que me considero superserio y con pocas habilidades artísticas, o sea, ni canto, ni bailo, ni improviso, absolutamente nada, pero es por tener un jefe como Norval Calvo que él sabe escuchar y sabe por dónde es. Un día, por ejemplo, me estallé de la risa con un chiste y me empezaron a decir: ‘cada vez que se ría, acérquese al micrófono’, y mi risa se convirtió en algo que le llama la atención a la gente.

-Pero en tele se ve muy serio...

Yo me considero serio, en mi vida en general, pero Pelando el ojo me ha servido como una escuela, como para liberarme de un montón de armaduras que uno lleva encima, de tiesura que uno tiene y me ha servido, incluso, para soltarme y afrontar otros retos de forma distinta, pero sigo siendo una persona poco habilidosa para las artes.

- Le ha ido tan bien que ya hasta tiene una sección propia, ¿cierto?

Los martes tengo una sección que se llama ‘Pregúntele a Tristán’, que es un reto supercomplicado, porque todos los personajes me hacen una pregunta de lo que sea, de dinosaurios, de las pirámides de Egipto, de historia, lo que se, algunas me las sé, otras las busco, y después abren la línea telefónica y la gente me pregunta lo que sea, entonces, es enfrentarme a ese reto de no tener la respuesta e, incluso, quedar mal en muchas ocasiones, pero es muy divertido.

- ¿La gente lo reconoce más por salir en televisión o porque lo escuchan en la radio?

Ambas son muy fuertes. La televisión tiene un poder increíble y sigue siendo un medio difusor que la fuerza que tiene nadie se la imagina; sin embargo, creo que a mí como persona la gente tiene más para contarme de la radio que de lo que pasa en tele, por las mismas dinámicas de Pelando el ojo en las que me vacilan o los vacilo, pero sí, la gente que se acerca a hablarme o que uno se encuentra en el súper o así, por lo general me habla de que me escucharon en la radio.

- ¿Por qué en sus redes personales no es tan activo?

Sí, casa de herrero, cuchillo de palo. Es una gran falencia, porque sí debería estar más activo y compartiendo más cosas o teniendo más interacción, pero la llevo super al suave.

- Ahora tiene un canal de YouTube sobre entrevistas, ¿cómo nació ese proyecto?

Uno como periodista siempre quiere contar algo, entonces, el canal de YouTube nació porque hay muchos temas que para mí son sumamente interesantes, temas de historia, curiosidades, astrología, la conquista del espacio, civilizaciones antiguas y, como me gustan mucho, dije: ‘quiero hablar de esto’ y empecé a subir videos muy diversos y los grabo de una manera amateur, muy casera, los sábados en mi casa mientras descanso y así empezó. Después pensé, ahora tengo la posibilidad de hacer entrevistas a algunos amigos como a Edson Picado (imitador), Mauricio Meléndez (locutor comercial), Edwin Ramírez (diseñador) y ya veré si sigo con eso, todo es como muy orgánico.

- O sea, le llaman la atención temas poco comunes...

La verdad que sí, esos son mis temas de interés, eso es lo que yo busco en YouTube, lo que yo busco leer, es lo que a mí me interesa más, digamos que como aficionado.

Terapia personalSus consentidosCantantes españoles
Ir a Pelando el ojo lo considera como una terapia porque al salir del programa se va relajado para su casa después de tanto reír con sus compañeros.Tiene tres perros zaguntes que son sus chineados, Maya, Teo y Kira con los que vive solo en su casa.Le gusta más escuchar música de cantantes españoles como La Casa Azul, Babasonicos, Zoé y demás. No le gustan los ritmos tropicales.
Silvia Núñez

Silvia Núñez

Periodista de Espectáculos y Sucesos. Bachiller en periodismo de la Universidad Central desde el 2004. Labora en el Grupo Nación desde el 2013.

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