Farándula

“¿Cuánto puedo esperar para que una persona cambie?”

Rafael Ramos, sicólogo

EscucharEscuchar

“¿Cuánto puedo esperar para que una persona cambie? Pienso que a veces hay cosas hermosas a las que no es fácil renunciar, pero una puede llegar a cansarse de ver que pasan cosas, se habla y no hay cambios”.

El amor comprensivo tiene una prima hermana que se llama espera tolerante. Esta es parte de todo proceso de relación humana, sin ella puede que se asuma un papel de jueza o evaluadora que la coloque en el púlpito de la sabiduría y desde ahí señalar y juzgar a su pareja.

El amor implica comprender, aceptar las diferencias, asumir que la otra persona es como es, que hay áreas con las que hay que aprender a vivir, actitudes en las que hay que ceder. Toda vez que esto no implique anularse.

El amor comprensivo tiene una regla general e irrenunciable básica, sin la cual no es razonable esperar:

Se aceptan y se esperan pequeños cambios cuando las conductas del otro u otra no afectan su dignidad, no comprometen su estabilidad afectiva, no causan daño, dolor, no crean dudas y menos contradicciones.

Es decir, esperar un cambio no significa ningún sacrificio, anulación o estrés, porque amar y esperar no significa anulación.

Si la otra persona comete errores con frecuencia, tiene hábitos y conductas que causan dolor, se topa con el “si yo voy a cambiar”, de la otra persona, quien debe reconocer qué es lo que hace, cuáles son sus consecuencias, identifica la tristeza que esto genera y sabe que se le hablado una y otra vez.

El amor tolerante no vive de promesas vacías, sino de acciones concretas, se nutre de hechos y desde ahí se comprende, se valora y se espera.

Si la promesa es un discurso y usted ya se lo sabe de memoria, ¿para qué sigue esperando?:

1. ¿Para qué exponerse al dolor y la tristeza?

2. ¿Para qué paralizarse viviendo en el egoísmo o la inmadurez del otro?

4. ¿Para qué lidiar con las faltas de respeto de alguien que no sabe amarla?

La promesa vacía crea heridas en el alma y para esto es mejor una soledad sana y bien autoadministrada.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.