“Cuatro años después no conozco a su familia ni a sus amigos”

Rafael Ramos, psicólogo

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“Estoy enamorada de alguien que no puede estar conmigo y no sé por qué. Ya son cuatro años de esperar a una persona que dice amarme, pero que no puede estar conmigo. Yo lo he integrado en todo en mi vida y cuatro años después no conozco a su familia, ni a sus amigos. Cada vez que le pregunto por qué no podemos estar juntos me dice que es complicado y solo nos vemos porque él quiere y siempre es para tener sexo, por lo que me cansé de esto. Me cuesta renunciar a él, porque cuando me alejo no me suelta y se convierte en un hombre romántico”.

1. Las personas siempre tienden a complicar el amor, ya que hay principios universales cuando se establece una relación de pareja y que se pueden resumir en unas pocas palabras, “objetivos comunes”. Estos están orientados a una vivencia sana en afecto, a un proyecto de interrelación positivo, a la creación de planes. Si esto no se da, ¿qué sentido tiene?

2. ¿A usted le parece que este es el modelo relación que persigue? ¿Coincide esto con sus aspiraciones? No pierda de vista que esta persona cada vez que usted lo confronta dice que la ama, pero no puede ir más allá. ¿Este es el tipo de amor que usted desea? Llega un momento en la vida en el que se deben dejar de cuestionar las motivaciones de un ser humano y observar su conducta para tomar decisiones.

3. El amor va más allá de me gusta mucho o es muy lindo lo que vivimos. Se trata de estabilidad emocional, de plantear un proyecto de convivencia y la creación de un plan de vida. Pero si la contraparte solo tiene una propuesta confusa en la que no toma en cuenta sus aspiraciones, sino que se mueve exclusivamente en su frecuencia, se está ante una posición unilateralidad, lo cual no da un buen pronóstico.

4. Usted sabrá si sigue cuestionándolo y manteniéndose en una duda sistemática, a partir de lo que él hace. Es momento de cambiar la pregunta ¿qué le pasa a él? por ¿qué le pasa usted?