“Durante mucho tiempo me dediqué a ser una buena hija y mi mamá es una persona muy apegada a mí, pero no me sentía plena porque mi vida social y mi relación de pareja se veía afectada por todo lo que ella me pide. Tomé la decisión de salir de casa y empezar a hacer otras como ir a la playa con mi pareja y ahora estamos viviendo juntos. Lo curioso es que ella dice que está deprimida, pero mi hermano dice que siempre está activa. No dejo de sentirme culpable”.
1. Cuando hay patrones absorbentes entre padres e hijos y estos se extienden a la edad adulta, donde los padres pretenden que la vida de los hijos gire entorno a ellos y no a sus procesos de desarrollo, suele haber patrones de manipulación, culpabilización o dependencia que limitan la libertad de accionar.
2. En realidad esta es una oportunidad para que usted defina su vida con su pareja y avance en sus sueños y aspiraciones. A su mamá le tocará acomodarse y comprender de que usted es una mujer adulta y que no está haciendo nada malo al decidir su independencia y constitución de pareja.
3. Es posible que ella lo interprete de forma negativa, pero bajo la premisa de que usted está haciendo las cosas bien. Ella tendrá que acomodarse, aléjese de la culpabilización, concéntrese en los elementos que los unen, pero sin traicionar sus gustos e intereses.
4. En realidad cuando este tipo de procesos se asumen y se hacen bien, se obliga a personas como su mamá a comprender de que tienen que desarrollar su propia vida, trabajar en su independencia, Cuando las cosas se manejan bien es una oportunidad de desarrollo psicológico, que le puede ayudar a vivir en torno a intereses desarrollados por ella. Así que avance, evite conflictos, viva desde el afecto y la calidez, sin anular aquellas decisiones que sean esenciales para usted dentro de su proyecto de vida.