Dejar de extrañar un amor a medias

Rafael Ramos, sicólogo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Dejar de extrañar un amor a medias es vivir pensando en lo que fue, pero añorando lo que pudo ser, aún cuando la realidad dice: “no hubo nada a fondo”.

Pero, ¿por qué nos pasa esto?

Le pongo un ejemplo de una realidad: Estuvo con alguien con el cual construyó momentos maravillosos, que implicaron un movimiento emocional muy fuerte en su vida. Pero, ¿tenían un norte? ¿Había un proyecto real?

En todo el proceso de impresión emocional un elemento clave es tener certeza sobre ¿por qué nos permitimos estar con alguien? Esto debería estar fundamentado en un “sí, quiero estar con usted”. Es decir, una propuesta clara y precisa.

Sin certeza se va a ciegas pero, ¿realmente le dio la oportunidad de evaluar si más allá del emoción había un proyecto real?

Esta elección puede tener muchas aristas. A partir de una gran cantidad de elementos, muchos de ellos movidos por la atracción, quizá movidos por la certeza de haber encontrado una persona con la que disfruta mucho. Pero, sin estabilidad no funciona.

Una propuesta basada solo en emociones tarde temprano se va a convertir en un proceso de frustración. Como cuando se da cuenta que pasa el tiempo y no pasa nada. Es decir, se juega en esa contradicción donde escucha: “Lo quiero muchísimo, pero no puedo”, “usted es lo mejor que me ha pasado, pero tengo miedo”. Frente a esto, ¿cuál es la duda y por qué extrañar un amor que no funcionó?

No puede ver la vida de forma parcial, sino como un todo o va a extrañar un amor que le ha causado tanta complicación emocional. Esto explica el por qué hoy no está a su lado esa persona.

Hay que pensar en realidad si:

· ¿Hubo una propuesta certera?

· ¿Había una capacidad real de compromiso?

· ¿La motivación era la adecuada?

· ¿Estaban listos realmente para comprometerse?

· ¿Le tomó por sorpresa la ruptura de eso que realmente nunca empezó?

Desde ninguna perspectiva se puede encadenar a la tristeza y paralizar su vida por creer que esta pequeña parte llamada afecto, basada en ilusión, se convirtió en un todo capaz de cambiar su historia.