Farándula

“Desde que me casé ha sido un infierno”

Rafael Ramos, psicólogo

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“Me casé esperando tener una vida diferente, ya que venía de una familia que era un infierno. Conocí a un muchacho muy bueno, jalamos durante seis meses y me casé a los 20 años, ahora tengo 35, pero desde que me casé ha sido un infierno. Él ha sido infiel muchas veces, ahora es alcohólico y gracias a Dios no hemos podido tener hijos. Al final yo estudié, soy profesional y no me voy porque no quiero que la gente me diga “se lo dije” pero ya no lo aguanto. Hemos tenido violencia entre nosotros dos y en realidad no sé qué hacer”.

1. Es difícil decir no sé qué hacer cuando se tiene claro lo que le están haciendo. Usted inició una relación de pareja, un proyecto matrimonial para huir de su realidad, pero a sus 35 años está consciente de que tal vez esta motivación no fue la mejor y es un error no querer replantear la historia.

2. Usted dice que vive en un infierno, pero puede más el qué dirán, la presión, el orgullo o cualquier otra idea que tenga para que sigue atada a una situación insostenible, que en nada contribuye a su paz emocional. ¿Le parece que esto es lo correcto? Identificar situaciones que crean malestar, quedarse simplemente porque no quiere dar el brazo a torcer, no es el camino adecuado. Usted o ambos deben buscar terapia para tomar decisiones.

3. Es importante que se sienta responsable de este proceso pues podría adjudicar toda la problemática a su pareja, al carácter, a la violencia o al alcohol, pero recuerde sus emociones, sus decisiones y sus ideas. Cuando se identifica una situación compleja, se toman decisiones y en este caso la primera decisión es buscar terapia, para dejar atrás sus complicaciones.

4. Seguir atada a una situación que le causa dolor, evadir la realidad y no asumir las cosas tal y como son, solo le va a causar mayor dolor. Busque terapia, es el momento justo para hacerlo.

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