El músico Luis Guillermo “Willie” Flores, dueño del grupo Taboga Band, podría terminar en la cárcel en las próximas horas o días ya que todavía no ha pagado la pensión alimentaria de su nieta.

El saxofonista y su esposa, Ana María Solís, debían cancelar el sábado 19 de enero los ¢250 mil que la jueza Ana Cecilia Brenes, del Juzgado de Pensiones del II Circuito Judicial de San José, les interpuso en diciembre pasado para la manutención de su nieta de 9 años.

Luigi Flores, hijo del músico, dejó de cumplir con su obligación desde hace un año y por eso a los abuelos les ordenaron cumplir con ese pago.

Raquel Maroto, expareja de Luigi y mamá de la menor, contó a La Teja que este lunes a primera hora fue a firmar la solicitud de apremio corporal (detención) en contra de los abuelos paternos de su hija para que cumplan con la responsabilidad, como lo dicta la ley y lo ordenó la jueza.

“Ellos ya sabían que tenían tiempo para depositar hasta el sábado. Ya tengo un año de estarles dando tiempo a que el hijo cumpla su responsabilidad como padre y lo siento, ahora les toca a ellos responder por él”, comentó.

Raquel explicó que solicitó al II Circuito Judicial de San José llevar ella misma la orden de arresto ante la policía, para que el cobro de la pensión sea más efectivo.

Este mismo lunes por la tarde, el juez de turno firmó el apremio, lo que significa que en cualquier momento, tanto Willie Flores como su esposa, podrían ser interceptados y arrestados por desacato a la ley. De ser así, deberán pagar los ¢125 mil que le corresponde a cada uno para quedar en libertad.

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Y falta el ahorro escolar

La exnuera del reconocido músico está tan enfocada en obtener el dinero que le corresponde a su pequeña, que asegura que de ser necesario iría a buscar a Flores con la Policía a alguno de los salones donde esté tocando con su grupo.

Sin embargo, dice tener toda la fe de que al final las cosas se solucionen para no llegar a tal extremo y que ambos abuelos comprendan que es por la alimentación y bienestar de su nieta.

“Aquí el irresponsable desde un principio fue Luigi, porque desde que se fue a vivir a Miami (en octubre de 2016) se olvidó de su hija. Yo no tengo nada en contra de ellos (los abuelos), pero ahora les toca asumir las responsabilidades del hijo como lo dictó la jueza”, dijo.

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Además de la pensión, el dueño de Taboga Band y su esposa tienen tiempo hasta el 31 de enero para también cancelar, entre los dos, los ¢125 mil correspondientes a los gastos de entrada a clases de la niña.

Raquel asegura que la más afectada en todo esto ha sido su hija ya que, además de no volver a saber nada de su padre ni de su familia paterna, todavía no tiene sus cuadernitos para llevar a la escuela.