“Él cambió y decidimos volver, pero yo no me siento bien... Le dije que no lo amo”

“Mi novio y yo tuvimos muchos problemas por el carácter de él, realmente es grosero, celoso e inseguro, entonces terminamos. Él ha estado yendo a terapia, tiene un tratamiento con el doctor, cambió realmente, puedo decir que hoy es otra persona y decidimos volver, pero yo no me siento bien, algo se perdió en mi camino y no lo puedo explicar. Le dije que no lo amo, no me siento cómoda y que no puedo perder más tiempo, no quise ser cruel, pero no podía más y lo terminé”.

1. Darse la oportunidad con una persona con la cual hemos tenido una historia afectiva, que dejó una huella de dolor, no siempre es un tema fácil, porque si dejamos de lado el dolor, la historia, las heridas emocionales, el resentimiento y presumiendo que esto efectivamente haya quedado atrás, a veces nos desvinculamos profundamente a nivel afectivo y se retorna por razones no tan válidas.

2. Volver tiene que estar asociado a la motivación de crear una nueva relación, quizá haya afecto, haya cariño y demás, pero darse una oportunidad también implica la posibilidad de descubrir que definitivamente no se puede, porque uno o ambos no logran sentirse plenos en la relación. Esto es parte de lo que podría pasar.

3. Bien por el cambio, porque creo que eso al final es sano para él y creo que si usted, en un ejercicio de honestidad personal, definitivamente no logra corresponder al afecto de manera tal que se pueda tener la convicción de estar en una relación con certeza, es sensato y prudente comunicarle a la otra persona su decisión, porque dejando atrás el pasado, en su presente es otro ser humano que tiene derecho a ser amado a profundidad y en esto la honestidad es vital.

4. Ser claros y transparentes en este sentido contribuye profundamente a romper ciclos de disfuncionalidad, que pueden llegar a nuestra vida simplemente porque nos obligamos a cosas o tomamos decisiones con las que no nos sentimos bien, obligándonos a corresponder al afecto sin tener la certeza de lo que deseamos. Así que tomar decisiones y comunicarlas es un acto de respeto profundo hacia nosotros mismos y hacia su pareja.