Farándula

El fenómeno de los Ksi-meritos invade Costa Rica

Los muñecos neonatos son la sensación en todo el mundo

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Los Ksi-meritos, el juguete de la empresa mexicana Distroller, se han convertido en toda una sensación en Costa Rica.

Este bebé extraterrestres, al cual el niño debe cuidar como si fuera un hijo, es el juguete de moda no solo en nuestro país, si no en todo el mundo.

Elena Hernández, directora de Marketing de Amparín S.A., es la creadora de los Ksi-Meritos. Ella explicó en una entrevista para Europapress.es cómo surgió la idea de inventarlos.

“Nos han dicho muchas cosas, pero nosotros solo tenemos la intención de hacer una experiencia muy divertida con unos muñecos muy lindos donde el mensaje es el cuidar a alguien de cualquier especie en el planeta”, indicó.

Los creadores querían crear es una experiencia donde los niños disfrutaran y pudieran dejar volar la imaginación. Es por eso, que inventaron todo un cuento detrás de los Ksi-meritos.

“Es algo divertido porque son unos bebés que vienen de otro planeta, Neonatiland, vienen en una nave que se estrella y llegan a la Tierra en busca de cariño y del cuidado de padres adoptivos. La persona que les ayuda a adoptar es la enfermera Tania, una enfermera que de camino a casa se encuentra con la nave espacial y descubre que hay un neonato, un bebito dentro, y le produce mucha ternura", explicó Hernández.

La línea de juguetes tiene a la venta varios muñecos con diferentes características y variedad de nombres, entre ellos Isabelonga, Machincuepa, Susikin y muchos más.

Además, a la venta tienen todas las cosas que se necesitan en la vida real para el cuidado de un recién nacido. Así que hay muchos accesorios como ropa, chupetas, chupones, cunas, vacunas y hasta un pasaporte.

La primer regla que hay que tener clara, es que aunque hay que pagar hasta unos 40 mil colones solo por el muñeco básico (hay otros más caros que son de ediciones especiales), entre los consumidores nunca se habla de comprar Ksi-meritos, si no de adoptar.

Los centros de adopción son las tiendas donde los venden. Una vez que son adoptados y los sacan de la caja lo primero que tienen que hacer es llenar un registro de nacimiento con todos los datos de la familia. En la hoja indican quien vendría siendo la mamá, el papá, los tíos, los abuelos y el resto del núcleo familiar.

Una vez fuera de la caja, hay que cuidarlo mucho. El fabricante indica cuanto tiempo debe permanecer en la incubadora, cómo cuidarle el cordón umbilical y el diente de leche y cuando hay que arrancárselos, hasta tiene que cumplir con un esquema de vacunas y por supuesto alimentarlo.

Una de las particularidades es que los Ksi-Meritos tiene un olor, pero si no reciben los cuidados adecuados lo pierde y eso representaría la muerte del muñequito.

La Navidad pasada encontrar un Ksi-Merito para muchos papás fue una misión titánica, ya que fue el regalo sensación en Costa Rica y en otros países.

Fiorella Solórzano Mora, de 8 años, fue una de las niñas que en diciembre pasado adoptó a Esinita.

"Me gustan los Ksi-meritos porque son como un bebé y porque les puedo dar comida ", dijo la niña.

La tienda Becool, en Lincoln Plaza, fue una de las primeras en vender los muñecos en nuestro país.

“Mi hija quería uno, así que puse en mis redes sociales que si alguien más quería Ksi-Meritos porque yo iba a México a traer el de mi hija, y pensé, ‘que me pidan 15 me los traigo en la maleta’, pero al final el pedido fue de 150 muñecos”, recordó Viviana Guillén, propietaria de Becool.

La empresaria calcula que ha vendido unos 800 muñecos.

“Por semana sacamos unos 40 muñecos y todos se venden la misma semana. Los accesorios también se venden mucho. Un ejemplo es que hay escasez de papilla (comida para el muñeco), como en Navidad se vendieron tantos ahora todos están en la etapa de papilla y hay faltante.

“De hecho, estoy en México en la tienda tratando de buscar papilla porque ellos también tiene muy pocas porque también se les vende muy rápido”, contó Guillén.

Viviana indicó que cómo no todas las personas tienen platica para comprar los accesorios originales, ella ofrece en la tienda los genéricos. Un jueguito de ropa original ronda los ¢16 mil mientras que la genérica unos ¢1.500.

En Becool como en el resto del mundo realizan campañas de vacunación donde la enfermera “Tania” atiende a los Ksi-meritos, llena el registro de vacunación y le consulta a las mamitas cómo se ha portado desde la adopción para actualizar el expediente.

La próxima campaña en Becool será el 23 y 24 de febrero de 1 p.m. a 5 p.m.

Ileana Vargas

Periodista de espectáculos con 10 años de laborar en Grupo Nación.

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