Actualmente la cara de Khaby Lame es más familiar en redes sociales que la de un presidente, un cantante famoso o una estrella de Hollywood, ya que este senegalés-italiano se ha vuelto una celebridad de Internet durante el último año.
Sus graciosos gestos para demostrar lo fácil que se pueden hacer las cosas, están por todo lado, en TikTok, en memes, en filtros de Instagram, en medios de comunicación y hasta en portadas de canciones de reguetón.
Su rostro le ha dado la vuelta al mundo y desde que se viralizó muchas marcas lo han contratado para sus campañas publicitarias.
Su historia es sorprendente y está muy relacionada con la pandemia y el encierro al que se vio sometida toda la humanidad el año anterior.
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Khaby nació en el 2000 y luego de cumplir la mayoría de edad empezó a buscar brete para ayudar con los gastos de su humilde hogar, así que encontró trabajo como obrero en una fábrica del norte de Italia, donde seguía siendo el sencillo hijo de inmigrantes senegaleses que pretendía tener un mejor futuro en este país europeo.
Con la llegada de la pandemia, debido a los cierres obligatorios de las ciudades y a la crisis laboral fue despedido de su trabajo, al igual que millones en todo el mundo.
Durante el desempleo se refugió en su celular y empezó a invertir mucho tiempo libre a entender la novedad de ese momento: TikTok, donde se puede decir que es el rey de esta aplicación con casi 87 millones de seguidores en el mundo.
Únicamente es superado por la youtuber gringa Charli D’Amelio, quien cuenta con más de 118 millones y es otro fenómeno en todas las redes sociales.
Gracias a esa plataforma Khaby se volvió un experto en la edición de videos, en entender cómo se comportaba el algoritmo y a encontrar aquello que lo hiciera viral en la plataforma.
El éxito de su cuenta radica en una sola cosa: la expresión de su rostro, una especie de cara de decepción se convierte en comedia pura al ridiculizar algunos inventos o trucos absurdos que hacen muchas personas en redes sociales para llamar la atención y ganar seguidores.
Inicialmente sus TikToks eran en italiano, pero entendió que gracias a su cara, el algoritmo lo estaba ayudando a convertirse en un personaje de reconocimiento global dentro de la app. A partir de eso, nadie lo ha podido detener.
A pesar de que su imagen ya es reconocida en casi todo el mundo, Khaby dice que aún no se siente “famoso”. Y es que la sencillez no solo es la base de sus videos mudos, sino también de su forma de pensar y de expresarse.
“Sinceramente, aún no me siento famoso. Soy solo alguien que publica videos en TikTok. No le doy mucha importancia a esto”, contó en una entrevista por videollamada desde la casa de su representante en Milán. Una respuesta que deberían asumir muchos influencers en nuestro país y del planeta, que se creen la mamá de Tarzán por tener unos cuantos fans.
Por todo lado.
Lame no nació en Italia, pero toda su vida la ha hecho en ese país. Sin embargo, según revela un reportaje del New York Times, Lame ha tenido complicaciones para solicitar visa debido a su pasaporte senegalés, ya que no se le reconoce como un ciudadano italiano debido a las leyes del país.
El TikToker ha ampliado su popularidad a otras redes, ya que en Instagram tiene más de 28 millones de seguidores y gracias a su fama digital fue seleccionado por los cantantes J Balvin y Skrillex como el modelo principal de la portada del sencillo musical In Da Guetto.
“Portada oficial de #indagetto con mi amigo Khaby”, dice el mensaje que escribió el colombiano para promocionar su nueva producción.
El creador de contenido no solo llama la atención en el mundo de la música, constantemente es publicado por estrellas de fútbol quienes le escriben para hacer contenido con él.
Ya compartió videos con Paulo Dybala, de la Juventus y con la legendaria estrella de ese equipo y de la selección italiana Alessandro Del Piero, con quien parece tener una gran amistad.
También lo contratan diferentes marcas, no solo de Italia, sino también de otros países, para hacer campañas publicitarias enfocadas en redes sociales.
Todo esto ha ayudado a que su familia tenga una mejor calidad de vida.