“Él se enojó mucho cuando se dio cuenta que todavía hablaba con mi ex. Sé que él me hizo daño, pero no soy rencorosa y creo que no hay nada de malo en seguir hablándole, pero mi novio dice que una cosa es hablar y otra que esté pendiente de él. Sí, hablamos mucho, pero él nunca me dijo que no lo hiciera, no entiendo por qué se enoja”.
1. ¿Le parece válido que una persona mantenga una comunicación constante con su expareja?
2. Hay momentos para tomar decisiones con base en los nuevos caminos que va construyendo, lo cual la tiene que llevar a decidir, en virtud de su presente, para que este sea lo menos complejo posible.
3. El autoanálisis honesto es liberador. En alguna medida la conducta de los otros puede crear patrones de confusión. Esto puede afectar su capacidad de analizar los datos por el nivel de contradicción e incoherencia. El bienestar como compensación ante una vida monótona pesó más que observar la inestabilidad que la otra persona le comunicó. El tema es de dos y cada uno tiene su parte.
¿Por qué niega los hechos? ¿Cómo llegar a buenas conclusiones si omite datos? ¿Cuál es la necesidad de evadir la realidad? ¿Por qué necesita culpar a otra persona? ¿La negación en qué lugar la ha colocado? ¿Evadir es algo usual en usted? ¿Proyectar la responsabilidad en otros en qué la ayuda?
4. El desarrollo emocional o sus proyectos de pareja han estado centrados en la idea de tener pareja, por tanto, ante el buen trato, se crean expectativas sin conocerse a fondo. Hay que ser realista, forzar las cosas hacia sus objetivos, omitiendo la realidad, construye a un personaje de fantasía.
5. ¿Culpar a los demás de lo que le pasa tiene sentido? La elección es suya, no de los demás. Solo cuando es capaz de reconocer la forma en la que ve la vida es que la puede transformar a través de proyectos realistas. El reto es caminar sintiéndose responsable de toda su gestión emocional.