“Me gusta una persona, pero no quiere nada conmigo y no hay manera. Ella dice que me quiere mucho, pero que no desea una relación. Ella se divorció hace cuatro años y desde eso yo he estado a su lado y aunque han pasado algunas cosas entre nosotros, ella dice que no quiere nada serio, al menos no conmigo, así que no sé si esperarla más. Lo que más me llama la atención es que tiene un amigo con el que sale, incluso han ido de paseo, pero ella dice que solo es un amigo y a mí ni un beso me ha dado”.
1. En la vida hay momentos para ser realista y usted lleva cuatro años al lado de una persona que abiertamente le dice que no quiere nada con usted, porque quizás solo lo ve como a un amigo y listo. Ese es el marco de su realidad, pero usted lo interpreta como confusión y es ahí en donde debe empezar a hacer su revisión.
2. Es una decisión suya esperar o irse. No obstante, cuando se insiste en algo fuera de la realidad, el resultado no es bueno. Por ejemplo, hay algo negro y uno sabe que es negro y lo ve negro, pero usted espera que sea amarillo, así que está fuera de contexto y de realidad.
3. Una relación no puede estar fundamentada en un proceso de conquista, que implique casi que obligar a la otra persona a quererla, porque “yo quiero” que me quieran, que pareciera ser su caso. Si ella ha sido clara de que no quiere nada serio y que no desea una relación con usted, ¿cuál sería una razón para esperar a que ella cambie de opinión?
4. Ahora, si estos hechos no le alcanzan para ver la realidad y usted desea persistir en este proyecto, aún cuando ella está en otra frecuencia, lo que me queda es recomendarle que usted busque terapia y se cuestione por qué permite que suceda este proceso, que pareciera ser unidireccional, es decir es solo suyo, no es un proceso que nazca en ella.