“Ella no acepta que yo tengo una vida social y por todo me hace problemas”

“No sé cómo manejar las cosas con mi novia. Ella no acepta que yo tengo una vida social, la cual es parte de mis actividades, pero constantemente me hace conflictos. Ella es muy resentida, siempre me dice que le cae mal a mis amigos, al punto ya no quiere acompañarme y si voy se enoja y me quedo con ella. Siempre estoy molesto, le he propuesto que vayamos a terapia y dice que es para matrimonios, no para novios, y que tengo que respetarla, yo le digo que respete a mis amigos y ella dice que tengo que elegir”.

1. Una relación leída y vivida desde la intransigencia o la imposición tiene un pronóstico complicado, sobre todo cuando alguno de los dos se impone sin mayor criterio, sin considerar la posibilidad de un cambio a partir de las propuestas que la otra persona hace.

2. Usted propone una vida social en equilibrio, con espacios de pareja y con los amigos, pero ella hace una lectura de resentimiento e incomodidad, porque pareciera ser que no considera su punto de vista. Ella ni pica la leña, ni presta el hacha, y no quiere terapia, lo cual complica mucho el pronóstico.

3. Negarse a ver la realidad es complicado, y cuando una persona no asume que tiene una actitud difícil, le da un pronóstico muy complejo a la relación. Toda relación es un proceso de negociación, bajo criterios justos y no bajo posiciones que se derivan de ideas o emociones desorganizadas.

4. Bajo este contexto que describe, es muy probable de que la tensión vaya en aumento, así que ambos tienen que hacer un alto en el camino, evaluar efectivamente la posibilidad de buscar ayuda, crear una estructura de comunicación y negociación que les permita resolver estos conflictos porque ante la incomunicación, los celos, el enojo, la intransigencia, el resentimiento y la tensión progresiva se crea una base muy frágil en cualquier proyecto de pareja.