Una mujer española asegura que vive con miedo desde que denunció a su expareja, un enfermero de 46 años, a quien le encontró un montón de fotos y videos de pacientes desnudos.
El hombre fue arrestado el 17 de agosto en su casa luego de que su mujer lo denunciara con la policía. Sin embargo, días después lo soltaron mientras se hace la investigación. El enfermero trabajaba en el campus de la Universidad Carlos III, de Madrid.
La mujer contó en una entrevista al medio El Confidencial que se dio cuenta del material que tenía el enfermero gracias a un compañero de trabajo que le ayudó a recuperar la contraseña de una computadora.
“Yo le había dejado un ordenador y un día lo cogí y me lo llevé al trabajo porque necesitaba rescatar cosas mías. No pude acceder porque tenía una contraseña puesta y le pedí a un informático que lo abriese. De repente, me dijo: ‘Ven, asómate, mira lo que he encontrado’. Me acerqué y no me lo podía creer”, dijo.
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A ella también la grababa sin su consentimiento.
“Me grababa sin que yo lo supiera y sin mi permiso. También había puesto cámaras en el baño y me tenía duchándome, haciendo mis necesidades o arreglándome. Incluso me grababa cuando ya habíamos decidido separarnos. Hizo un agujero pequeño en la caja de la crema para rasurarse y metía la cámara dentro”, aseguró.
Para “justificarse”, el enfermero salió con que hacía las grabaciones para desahogarse porque su esposa le ofrecía poco sexo.
A pesar de la cantidad de material decomisado, solo en casa de la esposa localizaron más de 200 videos y 40.000 fotografías, el juez lo dejó en libertad provisional y sin concederle una orden de alejamiento.
“Vivo asustada. Ahora no vive conmigo, pero la casa es suya también y puede entrar cuando quiera. Estoy absolutamente desprotegida. Cada mañana pasa, sin tener necesidad, por delante de mi ventana con el auto, para un poco y mira desafiante. Lo tengo todo grabado”, sostiene la mujer.