Farándula

¿Es infidelidad el coqueteo solo por redes sociales? Esto dicen los expertos

Los especialistas sostienen que se inicia mucho antes e incluso en forma independiente del contacto físico.

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Hace unos días, se hizo viral el rompimiento de la mediática pareja conformada por el futbolista argentino del PSG Mauro Icardi y su esposa, Wanda Nara, luego de que ella encontró varios mensajes pasados de tono con su compatriota María Eugenia “China” Suárez, los cuales no pasaron a más.

Después del broncón, la familia Icardi Nara sigue unida, pero destaparon la polémica de que si el coqueteo en redes sociales se puede considerar como una infidelidad.

¿Dónde empieza hoy la infidelidad, en la consumación del engaño o a partir del juego de seducción, sea virtual o real? Los especialistas sostienen que se inicia mucho antes e incluso en forma independiente del contacto físico, solo con el inicio de la posibilidad de un tercero en cuestión.

“Empieza cuando una tercera persona se convierte en objeto de deseo sexual o amoroso de uno de los miembros de la pareja. La existencia de la pareja supone un contrato implícito de amor, fidelidad y exclusividad, tanto afectiva como sexual. La aparición de un tercero, aunque solo sea la idea de ese tercero, ya pone en jaque ese contrato”, dijo la sicóloga Mónica Cruppi, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y especialista en relaciones humanas.

Los mensajes de WhatsApp, SMS, Facebook y los mensajes privados en Twitter se han convertido, según el abogado Leandro González Frea, especialista en tecnologías de la información, en el lenguaje por excelencia de la infidelidad.

Según apunta, en el estudio que lleva su apellido, el 80 % de los juicios de divorcio que llegan a tribunales argentinos se inician con pruebas informáticas como mensajes de texto, correos electrónicos, chats o comunicaciones mediante las redes sociales.

En Argentina, el nuevo Código Civil anulará la necesidad de demostrar de quién fue la culpa en un juicio de divorcio. Sin embargo en ese país todavía la legislación local contempla el adulterio como causal del fin de la pareja.

Pero, ¿qué ocurre cuando la infidelidad no pasó de la virtualidad al 3D, como dice el fallo?

Un reciente estudio de la Universidad Tecnológica de Texas afirma que el engaño perpetrado “solo” por redes sociales duele tanto como el que se concreta físicamente.

La investigadora Jaclyn Cravens, especialista en Terapia de Matrimonio y Familia, usó datos del sitio Facebookcheating.com para analizar el impacto. Para eso entrevistó a más de 200 parejas y comprobó que el ciberengaño había sido origen de crisis y peleas entre ellos aun cuando no hubiera llegado a concretarse.

Hace un año, CNN publicó una encuesta en su página de Facebook en la que les preguntaba a los lectores cuándo comenzaba la infidelidad. Obtuvieron más de 2000 respuestas. La conclusión de los entrevistados fue que uno puede engañar sin siquiera tener contacto físico, aunque esto todavía no se tome en cuenta en muchos tribunales.

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