“No sé cómo canalizar las cosas y siento que no lo puedo manejar, porque desde que empezó la pandemia estoy comiendo como un descosido y he aumentado mucho peso. Como muchas cochinadas y siempre he tenido problemas de peso, pero con esto se me ha complicado aún más”.
1. El aislamiento social, la pandemia y el estrés social ha disparado muchas de estas conductas en decenas de personas, pero la pandemia, no supone aislarse de las posibilidades de buscar tratamiento. A usted le conviene hacer una revisión en dos sentidos: una valoración médica para determinar si sus niveles de ansiedad requieren apoyo con medicamentos o para saber si hay procesos de ansiógenos que desatan desórdenes emocionales que no solo se pueden tratar a punta de fuerza de voluntad, sino que requieren de apoyo médico. Dos, una valoración nutricional que le permita tener un plan de alimentación ajustado a sus necesidades.
2. Se vuelve sumamente importante buscar apoyo nutricional, a un especialista en alimentación que le permita montar un plan de acuerdo a sus necesidades de orden físico, pero también que le ayude a tener una sensación de saciedad, sin que esto implique un consumo excesivo de calorías, que impacten no solo su peso, sino también su salud.
3. Para canalizar adecuadamente su salud se requiere hacer ejercicio, salir a caminar, mantener la mente ocupada, interactuar con otras personas a través de medios virtuales, leer, hacer ejercicios en casa, caminar con el perro, lo que sea, pero hay que hacer cosas. Ahora, usted tiene identificado el problema, pero no lo está administrando, así que más allá de su peso habría que revisar sus hábitos para esperar que no haya una mayor afectación física o emocional en medio de todo.
4. Deje que una persona especialista en el tema le dé la mano. Esto no se trata de ser héroe, se trata de reconocer su problema, asumirlo y buscar soluciones.