¿Faltan salones o bailarines? Esto revela estudio de la UCR

Estudio de actualidades de la UCR señala que más de la mitad de la población (51.7%) afirmó que hacen falta lugares para ir a bailar

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¿Alguna vez ha escuchado los nombres de los salones Típico Latino, Típico Copey, el Barril, Viejillos bar, La aldea, Valentinos o Rancho Garibaldi?

Si su respuesta es no, quizá usted es uno del montón de personas que no se pega su bailadita debido a que piensa que en el país no existen lugares donde menear el bote.

El estudio de actualidades 2019, que realiza la UCR desde el 2011, tocó el tema de la práctica del baile popular en Costa Rica y en uno de los señalamientos que hace es que más de la mitad de la población (51.7%) afirmó que hacen falta lugares para ir a bailar.

Es decir, ese gran porcentaje desconoce que todavía hay saloncitos como los de antes, en donde se llegaba desde temprano, bien chaneaditos y dispuestos a sacarle brillo a la pista.

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Por eso La Teja contactó a algunos de los dueños de salones en el país y artistas, que cada semana tocan en esos lugares, para que nos cuenten si esta percepción de la mayoría de la población es cierta y no hay lugares dónde echarse una bailadita y botar herrumbre.

Adrián Alfaro, dueño del salón Típico Copey en Santa Bárbara de Heredia, dijo que si bien han cerrado bastantes chantes en los últimos años, hay algunos que todavía la siguen pulseando y le tienen las puertas abiertas a los bailarines.

Ellos cada fin de semana tienen diferentes propuestas, pero a veces la ven bastante dura porque no llega la cantidad esperada.

“Yo hago programación los fines de semana y hay días buenos y otros no tanto, la mayoría de gente que viene son personas de la tercera edad y de lugares un poco alejados porque si fuera por la gente del pueblo ya hubiera cerrado”, señaló Alfaro, quien posee el local desde hace 44 años.

Su mejor día son los domingos cuando hace una especie de tardes juveniles de 4 a 9 p. m.

“Uno desearía que llegue más gente joven, muchachas bonitas, que hacen que la gente quiera salir a bailar, pero cuesta, depende del grupo que toque porque por ejemplo Son Mayor jala más jóvenes, pero a los más grandes no les gusta tanto la salsa entonces es complicado”, agregó.

Todavía quedan.
Para que se dé una idea, en San José puede encontrar al Rancho Garibaldi, en Desampa; el Meilyn en plaza González Víquez, Fiesta Latina, en el Pueblo, Calle Blancos; rancho chicharronera Goicoechea. En Heredia el Típico Copey en Santa Bárbara, el Típico Latino en el centro, Casona del pollo en Belén. Mientras que en Cartago El Barril, palenque Río Conejo y División 2000 y en la Liga están Valentinos, La Aldea en Poás, Viejillos en Sarchí, entre otros.

Plata pega

Para el cantante Germain, quien lleva muchos tocando en salones, la gente ya no acostumbra asistir tanto a estos lugares por falta de plata.

Para él, el hecho de que tengan que pagar transporte, lo que se tomen y la entrada del lugar es un golpe duro para el bolsillo en tiempos en que no abunda la platica.

“Es una situación económica dura y ahora con la Ley de Tránsito más porque al bailarín le gusta tomarse algo y ya no puede, por eso muchos han perdido el interés de ir a salones. Pero yo les puedo decir que todavía quedan bastantes en Alajuela, Heredia, San José y Cartago por lo menos” dijo.