Esta reflexión trata sobre la identificación de relaciones de alto riesgo y los procesos que podrían ser indicadores de violencia intrafamiliar. Es importante empezar a observar estas características que dan señales de alerta que no se pueden dejar pasar por alto.
Si está en una relación en la que progresivamente:
1. Existe un claro control sobre su forma de vestir, hablar, actuar y sobre tus redes sociales. ¡Tenga cuidado!
2. Hay un control que implica reclamos por sus decisiones. ¡Cuidado!
3. Cuando existen molestias recurrentes, sobre sus actividades sociales, cuando hay problemas en la integración con la familia o los amigos y progresivamente esto la lleva a alejarse o su pareja le pide que deje de hablarle a alguien o se molesta. ¡Cuidado!
4. Cuando hay un uso de lenguaje ofensivo, con expresiones violentas, con gritos, ofensas, desproporcionadas que luego se transforman en disculpas profundamente amorosas y cariñosas, tratando de reparar todo lo dicho hay que tener cuidado.
5. Cuando su pareja establece un control excesivo, tratando de manejar su tiempo, sus decisiones, controla o invade su privacidad o hace reclamos constantes, que progresivamente la llevan al aislamiento, definitivamente se está frente a una relación de alto riesgo.
6. Si se da cuenta de que pierde su capacidad de tomar decisiones, siente que tiene que buscar la aprobación de su pareja para evitar que se moleste, le grite o la maltrate. ¡Cuidado!
La violencia se expresa a través del control, una anulación que progresivamente anula su libertad para pensar y la generan mucha tensión.
La violencia es creciente y no se puede justificar. El silencio perpetúa la violencia y eleva los factores de riesgo.
Hable con su familia, amigos, busque apoyo en las instituciones del estado, pero no espere que las cosas se resuelvan solas.