La muerte de Edith González fue sorpresiva, incluso para su familia, quienes nunca imaginaron que esa visita al hospital para una revisión de rutina se convertiría en la última vez que la verían con vida.
De acuerdo con su hermano, Víctor Manuel González, quien estuvo en el programa “Ventaneando”, Edith sintió un ligero dolor y, por ello, decidió ir a un chequeo médico.
"Muy en resumen, sentía un leve dolor en la espalda y obstrucción intestinal, no podía metabolizar y por eso fue que se recurrió al hospital, pero ella estaba entera, entró con una sonrisa al hospital, casi con la que salió”, dijo Víctor.
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Pese a su molestia física, los médicos dijeron que todavía había posibilidades y que probarían con otras quimioterapias, pero el destino tenía otros planes y fue la misma Edith González quien pidió que la desconectaran cuando su cuerpo comenzó a colapsar.
Entonces, la familia se reunió para despedirse de quien fue su estrella más brillante. Lorenzo Lazo, esposo de la actriz, hizo que la partida de Edith fuera lo más amorosa posible, contó Víctor Manuel.
En esta visita al programa de tele, Víctor Manuel leyó una carta que la pequeña Constanza Creel, hija de Edith, escribió para su mamá.
Siempre hubo un beso
“Mi mamá fue una persona formidable, era una excelente madre, nunca tomó como excusa su trabajo para no serlo. De pequeña, me acuerdo que sin importar qué tan grande o cansada, llegaba de trabajar y siempre me daba un beso y a la mañana siguiente, no le importaba que la levantara a las 6 de la mañana para jugar. Siempre hubo un beso sin importar la hora”, dice la carta.
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Y siguió: "Al igual, nunca tomó ser buena madre como una excusa para no ser una buena en su trabajo. Me acuerdo que siempre me decía algo, como ‘la carta de resignación de un actor, es la muerte’ y así lo hizo. A ella le encantaba aprender, casi siempre que íbamos de viaje, era mi guía de turistas, y si no sabía, preguntaba y aprendía.
"Me llevó a recorrer todo el mundo, Egipto, Galápagos, París, Londres, Cambodia, Vietnam, Tailandia, Perú, Colombia, Canadá, Madrid, por mencionar algunos, al igual que la República Mexicana. Recuerdo también que me enseñaba películas y, yo a ella, música. Cómo nos echamos 3 mil 500 veces ‘La Novicia Rebelde’ por ser mi película y cómo la hice ver ‘El Resplandor’ y ‘Psicosis’ y ella era una miedosa.
"Cuando yo tenía 4, mi mamá se fue a Colombia a hacer una telenovela llamada 'Doña Bárbara' y ella fue 'Doña Bárbara', la mejor 'Doña Bárbara'".
Con la voz entrecortada, Víctor Manuel hizo una pausa porque el llanto estuvo a punto de traicionarlo. Sin embargo, continuó: "Mamá, aunque ‘Doña Bárbara’ es un personaje muy fuerte, independiente y macho, yo hubiera querido ser la mitad del mujerón que fuiste tú porque, a comparación de ella, de enfrentar al mundo con odio, lo venciste con amor. Te amo, mamá”.