Humorista tico: “En mi primer trabajo de construcción las manos me quedaron en carne viva”

El humorista Alejandro Quirós cambió el micrófono por un martillo y los chistes por una pala, ya que ahora se dedica a la remodelación de casas en Richmond, Virginia, Estados Unidos.

Famoso por su personaje de Beto Copa, con el cual destacó durante 13 años en el programa “El manicomio de la risa” de Omega Estéreo (105.1 F M) le contó a La Teja que ya tiene tres meses de bretear en Gringolandia y aunque reconoce que le pagan muy bien, el trabajo es muy duro y cansado.

Conversamos con el comediante, de 58 años, sobre este giro que dio en su vida y que ha dejado a más de uno sorprendido.

– ¿Por qué fue que renunció a Omega hace un año?

– Porque quería mejorar mi ingreso económico, así que hablé con un amigo sobre la posibilidad de viajar a Estados Unidos para trabajar. Pensé que la oportunidad me iba a salir de inmediato, pero tuve que esperar un tiempo, ya que tenía que ajustar el dinero del tiquete, de la renta que había que pagar, así que era muy importante llegar con dinero.

– ¿Qué hizo después de salir de la radio y ver que todavía no podía viajar?

– Me fui a vender carros con un amigo que me dio la oportunidad para sostenerme económicamente, fue una salvadota, pero ya al cabo de los cuatro meses los carros no se vendían por la situación del país y tenía que hacer algo, por lo que me la jugué para ajustar para el tiquete y vendí el carro que tenía.

–¿Cuánto tiempo tiene de vivir allá?

– Ya tengo tres meses. Salí del país un domingo y ya el lunes estaba trabajando. Es una bendición de Dios porque al final todo se dio y en estos momentos la armonía económica ha mejorado en la casa, porque para mí lo más importante es que la familia esté bien.

– ¿Cómo hace para comunicarse en inglés?

– Sabía algo y ahora estoy como en un noventa por ciento con el inglés. Por dicha no tengo mucho problema con eso. Inclusive, el jefe mío es gringo y he caído en gracia con él por lo que hablamos bastante.

– ¿Con quién vive actualmente?

– Estuve los primeros dos meses en la casa de mi amigo y hace unos días alquilé un cuarto en la casa de unos gringos, la verdad es que estoy muy bien. Me compré una ollita arrocera y un coffee maker, tengo mi propia refri, un cuarto amplio con aire acondicionado y entre todos cocinamos. Mi amigo me vendió un carrito a un precio muy económico, así que me la estoy jugando.

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–¿En qué es lo que trabaja?

– En remodelaciones, en este momento estamos remodelando una casa a la que necesitan agregarle un cuarto y que le hicieran un corredor trasero de madera. Es una remodelación en general. Mi primer trabajo fue en una casa en la que había que remodelar una ventana que tenía un techo de cobre y había que cambiarla toda. A mí me tocó lijar el cobre y las manos me quedaron en carne viva, pero yo no me quejo de nada y si me regañan me quedo calladito.

– ¿Sabía hacer algo en estas labores?

– Fue un cambio radical porque antes pasaba sentado vendiendo carros o frente a un micrófono y ahora me toca hacer labores de construcción, de carpintería, levantar cosas pesadas, usar herramientas que nunca había utilizado, hacer medidas, cálculos o pintar, pero no con brocha sino con una máquina.

– ¿Se le ha complicado el aprendizaje?

Ha sido duro, pero he aprendido mucho y me la he pelado mucho también, pero los muchachos han tenido mucha paciencia conmigo y me han enseñado cómo agarrar un sierra, cómo hacer un corte, cómo usar una cinta. También me enseñaron a usar el martillo y ahora soy excelente clavando, porque aquí lo que más se usa es una pistola de aire que se carga de clavos y es muy poderosa, porque a veces se le van dos clavos a uno.

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– ¿Cuál es el plan después de que se le termine el permiso de trabajo?

– Tengo permiso hasta noviembre para estar acá. La frase mía es: ‘Dios dirá si me quedo o no me quedo". Si me porto bien no voy a tener problemas, porque solamente quiero dedicarme a trabajar, yo no ando buscando problemas ni en bares ni con mujeres, ni nada de eso.

– ¿Qué va a pasar con el humor?

– La tercera semana de agosto tengo una cita en una radioemisora de aquí, es una invitación para estar en un programa, pero por algo se comienza. El gusanito de la radio no lo voy a dejar que muera, así que si se puede mejor. No estoy corriendo para volver a la radio, pero hacer un programa de humor para los latinos sería espectacular. Todo tiene su tiempo y Dios sabrá en qué momento. Dejar el humor nunca, porque no hay nada más lindo que ver la sonrisa de una persona.