Ingeniero esperó una semana para convertirse en millonario

Una semana completa tuvo que esperar el ingeniero civil Juan Pablo Brenes para saber con cuánta harinita saldría de “¿Quién quiere ser millonario?”.

El vecino de Curridabat quedó en espera el martes anterior debido a que la primera concursante, Karolina Reyes, avanzó hasta la segunda zona segura. Es decir, pudo contestar 10 preguntas y eso hizo que Juanpa tuviera poco tiempo para responder.

Como si fuera una serie de Netflix, de esas que dan un episodio por semana y la gente pasa comiendo uñas, la suerte del ingeniero quedó en suspenso.

Iba por la pregunta siete y esta vez pudo llegar a la décima, lo que lo hizo merecedor de tres millones, la misma buena cantidad que se llevó Karolina.

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El ingeniero no supo contestar quién fue el primer campeón en la historia del Super Bowl, apeló a la ayuda de su papá, pero también estaba detrás del palo. Lo correcto era los Green Bay Packers, equipo del que dijo ser seguidor.

Además de Juanpa participó Rocío Orozco, una profesora universitaria de Heredia que llegó acompañada de su esposo, Randall Alvarado, quien la terminó embarcando.

La profe no se pudo llevar los dos millones de colones --que prácticamente tenía asegurados-- ya que iba por la pregunta nueve. Si se retiraba se los echaba a la bolsa, pero optó por responder.

Le consultaron cuál institución ha logrado tres veces el premio Nobel de la Paz y ella le preguntó a su marido, quien le dijo que tenía dudas, pero que apostaba por Médicos sin fronteras.

“Debo decir que ante todo vinimos a compartir una experiencia memorable y por eso voy a optar por la respuesta d, confiaré en la respuesta que me brinda mi esposo”, dijo la señora.

Nacho les hizo saber que la correcta era Cruz Roja Internacional, galardona en 1917, 1944 y 1963.

Doña Rocío aprovechó para darles un mensaje a sus estudiantes y fue que cuando uno se propone algo, lo puede lograr con esfuerzo y pasión. Y la verdad es que tiene razón.

Bueno, y se llevó para la casa medio milloncito, que a como están las cosas son una fortuna.