¿Invitados a la boda de Shirley Álvarez y Daniel Vargas no gastaron un cinco en España? Ellos mismos lo contaron

Shirley Álvarez y Daniel Vargas decidieron dar el “sí, acepto” en la mágica ciudad de Toledo, España, el pasado 11 de julio. En una reciente conversación con sus seguidores, la pareja explicó las razones por las cuales eligieron ese destino tan especial para su boda, además de aclarar los detalles sobre los costos del evento.

“Nos han preguntado mucho por qué nos casamos en España. Cuando nos comprometimos, queríamos hacer algo pequeño, solo nosotros dos y la persona que nos iba a casar. Pero al hablarlo, salió el tema de la iglesia, y pensé en que mi mamá quería ir. Cuando dimos la noticia de que sería en España, con un círculo cercano, se sumaron unas 30 personas”, comentó Shirley Álvarez, mediante un video en TikTok.

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La pareja detalló que escogieron España porque les encanta el país y porque ya tenían planeado quedarse allí para su luna de miel. Daniel Vargas, chef de profesión, explicó que “la gente cree que sale más caro venir aquí (España) que hacerlo en Costa Rica, pero no es así; sale igual o más barato hacer una boda pequeña en el extranjero”.

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Por su parte, Shirley agregó que, aunque para ella no es común casarse fuera del país, sabe que esta práctica es habitual en muchos lugares, pues en Costa Rica también llegan parejas extranjeras a casarse en las playas.

“La gente se pregunta por qué escogimos ese lugar, y la verdad es que queríamos crear una experiencia para nosotros y para la gente que nos iba a acompañar. Además, Dani vivió aquí un tiempo mientras estudiaba, y le tenemos mucho cariño a la cuidad porque allí hicimos las fotos del compromiso”, comentó la expresentadora.

En respuesta a las dudas de sus seguidores quienes pensaron que la pareja costeó todo, Shirley aclaró que cada invitado corrió con sus propios gastos de viaje y hospedaje.

“Al final fue muy chiva porque solo asistieron las personas más cercanas a nosotros: mi familia, la de Dani y algunos amigos que son casi familia. Cada uno aprovechó la oportunidad o usó la boda como pretexto para viajar. Nosotros solo pagamos la fiesta, la cena y el cóctel”, confesó Shirley, añadiendo que le hubiera gustado poder costear todo.

Finalmente, explicó que casarse por la iglesia en el extranjero es un trámite que requiere tiempo, planificación, contratar personal y buscar el lugar adecuado para las fotos, pero que para ellos valió totalmente la pena.