Ítalo Marenco no ha dejado de correr por culpa de Irene

Desde que el presentador de "Giros" Ítalo Marenco se enteró que sería papá no ha parado de correr por culpa de su hija.

Su esposa, Cindy Villalta, ya tiene casi seis meses de embarazo y desde que se enteraron de la llegada de Irene a sus vidas, los antojos no han parado para ambos.

Según contó el también actor, cada vez son más las carreras que se ha tenido que pegar con el fin de complacer los antojos de su esposa y los suyos.

El último carrerón se lo tuvo que pegar este domingo por la noche cuando estaba a punto de acostarse a descansar.

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Lo más rudo para él, es que a los dos les aparecen los antojos en horas de la noche, lo que les complica un poco al momento de tratar de satisfacer el paladar.

"El antojo que más me ha puesto a correr es el de una ensalada de frutas con gelatina, que fue el domingo pasado. Ya eran como las 8:30 p. m., y nos íbamos a dormir, pero noté a Cindy como inquieta por lo que le pregunté qué le pasaba. Ella me dijo que necesitaba comer gelatina con helados y frutas, así que tuvimos que irnos para la Soda Castro a ver si estaba abierto", contó entre risas.

El presentador confesó que aunque no lo parezca, el que más a sufrido de antojos ha sido él e indica que le ha dado por comer puros alimentos ácidos.

Hasta en bicicleta

El primer antojo que le tocó cumplir se trató de unos mangos con sal y el que más le ha costado conseguir han sido un helado de maracuyá.

Según contó, el antojado de comer un helado de ese sabor fue él y tardó un par de días para encontrarlo, pero se dio gracias a un amigo que le contó que los podía conseguir en un supermercado.

En otra ocasión, le tocó salir un domingo por la mañana a una soda cercana a su casa para comprar un pinto con huevo, pues Cindy tenía muchas ganas de desayunar bien típico y al ocurrente de Marenco se le metió ir en bicicleta a buscar la comida.

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Ítalo admite que disfruta montones esta etapa como papá primerizo y que aunque muchos le digan que los antojos son puro cuento, él no les hace caso pues le gusta complacer a su señora y a su apetito.

"Una doctora que fue a Giros me dio una explicación muy válida, al indicar que las hormonas también se pasan por la saliva, por lo que todo lo que Cindy está sintiendo yo también lo puedo sentir. Lo que pasa es que Cindy ha tenido un embarazo muy relajado y no ha sentido nada de achaques, pero sí muchos antojos", explicó.

La próxima semana la pareja tendrá de nuevo cita con el ginecólogo donde le harán un nuevo ultrasonido a Cindy, así que esperan verle la carita a la bebé. Según los orgullosos papás, Irene está para nacer a finales de octubre o principios de noviembre.