Kim Kardashian y su marido, el rapero Kanye West, anunciaron este martes el nacimiento de su tercer hijo, una niña que ha nacido por vientre de alquiler.
"Kanye y yo estamos felices de anunciar la llegada de nuestra saludable y preciosa bebé", reveló Kardashian en sus cuentas de redes sociales y en su página web.
La pareja dio las gracias a la madre biológica de la bebé, cuyo nombre no ha revelado, por hacer que su sueño se haga realidad "con el mayor regalo que alguien te puede dar".
El nacimiento se dio el lunes 15 de enero, según detallaron los esposos, que ya tiene a North, de cuatro años, y a Saint, de dos.
Kim Kardashian, de 36 años, dijo en su momento que había optado por la maternidad alquilada después de que los médicos le advirtieran de los riesgos que corría su salud si quedaba de nuevo embarazada.
En el mensaje, Kardashian da la bienvenida al nuevo bebé nacido de una madre sustituta y agradece a los médicos y enfermeros que atendieron a la mujer en el parto.
"North y Saint están especialmente encantados de dar la bienvenida a su hermanita", concluye el mensaje.
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Millonada por volver a chinear
En junio del año pasado, el sitio web TMZ hizo público un contrato que establecía que el matrimonio iba a pagar por el proceso de vientre de alquiler $45.000 (unos ¢25,5 millones) dividido en 10 mensualidades. En él, entre otras cosas, se le pedía a la mujer restringir su actividad sexual en las semanas previas y posteriores a la inseminación, no entrar en saunas, le prohibía teñirse el pelo o beber más de una bebida con cafeína al día.
Jamás fue un secreto que la empresaria y el cantante contemplaran esta opción. Incluso en marzo pasado, en un capítulo del reality Las Kardashians, la hermana mayor de Kendall Jenner explicó que en sus dos pasados embarazos tuvo un desprendimiento de placenta, un tipo de complicación que podría agravarse si se volvía a quedar embarazada.