Farándula

“La enfermedad de mi mamá fue muy desgastante y no me siento nada bien”

Rafael Ramos, psicólogo

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“En este momento no sé qué me pasa, ya que tengo un deseo de llorar todo el día. Cuidé a mi mamá porque tenía cáncer y ella murió, pero me ha costado mucho pues soy hija única, aunque cuento con el apoyo de mis hijos y mi esposo. La enfermedad de mi mamá fue muy desgastante y no me siento nada bien, aunque ya pasaron cuatro meses de su muerte, me siento muy sola”.

1. Un proceso de duelo implica una etapa de desorganización emocional en la que se puede sentir tristeza, apatía, desmotivación, cansancio y tener muy pocas ganas de hacer lo que normalmente se hacía. Se da una multiplicidad enorme de cambios emocionales que deben ser revisados a fondo para descartar una depresión.

2. Para todo cuidador, el acompañamiento de la persona que está en una fase crónica o terminal, implica una carga emocional muy fuerte una vez que se cierra el ciclo y puede implicar múltiples síntomas físicos y emocionales en los primeros meses posteriores a la pérdida.

3. Usted empieza a sentirse mal, con una tristeza constante y tiene cambios emocionales que no logra administrar. Es recomendable que aparte del apoyo de su esposo y de sus hijos, se permita un proceso de psicoterapia que le ayude a comprender lo sucedido y a reorganizar sus emociones, porque no puede quedarse ahí con esta sensación de tristeza.

4. Cuando se enfrenta un proceso crónico terminal, se tiene la ventaja de acompañar a esa persona que se ama, asistirlo, expresarle su afecto y estar al su lado. No obstante, también está muy cerca del dolor, de la tristeza y todo esto tiene una carga emocional muy dolorosa que debe ser revisada.

5. Un elemento importante de todo cuidador es que posterior a esta tapa procure establecer un proceso de apoyo emocional que le permita evaluar el impacto de lo vivido, dimensionar correctamente el duelo y darse la oportunidad de descansar, trabajar sus emociones y elaborar sanamente su duelo.

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