El cantante Robbie Williams, de 44 años, abrió con su famoso tema "Let Me Entertain You" (Déjame entretenerte). Seguidamente, le acompañararon en el escenario el arpista ruso Alexander Boldachev y la artista de ópera Aida Garifullina.
La polémica llegó casi al final de su actuación, cuando el británico hizo una mala señal con la mano. Muchos lo han tomado como una ofensa y han criticado el gesto a través de las redes sociales, pensando que se trataba de una burla a la competición.
Sus fans, en cambio, lo han defendido asegurando que su acción no tenía nada de polémico y que se trataba de "un recurso más" para animar el show. El cantante, por el momento no ha especificado cuáles han sido sus intenciones, aunque algunos creen que podría haberla dedicado a los homófobos.
Pese a que la federación alegó que su elección se debía a que Williams era todo un "icono de la música global", no todo el mundo vio clara esta decisión. Especialmente, después de que él mismo tanteara si cantaba su controvertido single "Party like a russian", con el que ridiculiza al mismo Putin. Finalmente, decidió no incluirlo en las listas de temas que iba a interpretar.
Pese a la polémica, los fans se han alegrado de volver a ver a Williams sobre el escenario. Hace unos meses, suspendió varios conciertos por enfermedad. Más tarde, aseguró que sufría anomalías en el cerebro.
En una entrevista al diario The Sun manifestó por primera vez que: "los problemas de salud mental están boicoteando mi vida".
"Tengo una enfermedad que quiere matarme y está en mi cabeza, así que tengo que protegerme de eso", sentenció, dejando preocupados a sus seguidores. Sin embargo para la inauguración apareció completamente recuperado.