“Me sacrifique esperando que mi esposo por fin cambiaría, pero al final siempre se fue. No me parece justo que después de todo mi sacrificio, él simplemente dijera me voy. Fueron años muy duros, en los que realmente di lo mejor de mí, pero debido a su alcoholismo y su fuerte carácter tuvimos muchos problemas. Le perdone muchas infidelidades y cosas a nivel económico, pero siempre se fue”.
1. Me conmueve muchísimo su correo y creo de todo corazón que usted debe buscar terapia pronto, porque si interpreto la intención de este correctamente, usted habla de que no era feliz porque había una serie de problemas como el alcoholismo y las infidelidades, unos temas no resueltos. Lo que usted hizo fue aguantar y esperar a que él simplemente cambiara y por esto, usted asumió que él tendría que haber estado ahí.
2. Este concepto de estar porque estamos, de estar porque me sacrifico, de estar porque los aguanto, no es el mejor concepto para mantenerse juntos en una relación. Es desde esta posición que usted asume que debe hacer una revisión profunda.
3. Tampoco se puede visualizar el amor como una correspondencia a partir de un sacrificio, es decir: “como yo aguanté y toleré, usted se queda aquí”, entonces, al otro le toca permanecer a su lado. La razón para que dos personas estén juntas es que exista una estructura de bienestar emocional, que les permita disfrutar la vida a plenitud y esto al final es una decisión consciente por parte de ambos.
4. Ahora usted se puede quedar ahí y desarrollar estas ideas y patrones por muchas razones, ya sea una historia afectiva, de dependencia, por temas de autoestima, por su idea de matrimonio y muchas cosas más, pero la razón para estar en una relación siempre tendrá que ser la realización personal y esto nunca se puede desestimar o minimizar.