“Esta Navidad creo que voy a estar muy solo porque recién me divorcié y fue muy fea la situación. Tengo dos hijas a las que no he visto este año y he tenido problemas de carácter, alcohol y mujeres, por lo que mi familia no me quiere cerca. Tengo que reconocer que les he fallado a mis hijas, en todo y que su mamá le ha hecho frente a todo. Ellas me dejaron claro que no quieren nada conmigo, mis hijas me dejan en visto y me llamó el abogado de mi expareja para decirme que las deje en paz. No lo entiendo”.
1. La última expresión de ‘no lo entiendo’ es lo que más llama la atención. Usted requiere apoyo terapéutico, porque reconoce que ha habido un abandono económico, afectivo y presencial con sus hijas, se da cuenta que su familia ha tomado distancia, pero aún así dice que no lo entiende. De verdad que usted tiene que buscar ayuda.
2. Si usted experimenta una sensación de soledad, que lo confronta y que lo mueve a hacer éste análisis, regálese la oportunidad de revisar su historia emocional a profundidad para definir qué es lo que siente, qué hace y cómo se relaciona, con el objetivo de crecer, porque es curioso que lo tenga que llamar un abogado para comunicarle la posición de su expareja y de sus hijas.
3. Le toca revisar su separación, pero puede ser una oportunidad de crecimiento. Debe darse cuenta que hay cosas en la vida que tiene que cambiar, como los gestos, los tonos, la expresión, el carácter, la forma de relacionarme, el manejo de las emociones, muchos aspectos, que forman parte de su vida y que le permiten construir relaciones positivas o llevar a los demás a querer estar lejos de usted
4. Revise esto a profundidad, no proyecte la responsabilidad en los demás, mire hacia dentro y dese la oportunidad de crecer. Recuerde que si tiene problemas en todo su entorno social, familiar, personal y laboral, entonces tiene que revisar todo eso a profundidad.