“Me siento un poco confundida. Tengo una relación de 14 años de noviazgo y siento que no vamos para ningún lado. Yo ya compré casa y he tomado muchas decisiones sola, él simplemente dice que no se siente listo porque primero tiene proyectos personales, pero en realidad no hace nada, tiene el mismo trabajo y no estudia. Ya vamos a cumplir 40 años los dos, le digo que no nos tenemos que casar, pero que al menos podría venirse a vivir conmigo a mi casa, pero dice que eso tampoco le gusta”.
1. Realmente debe pensar si existe una confusión, porque si usted tiene claro que quiere pasar de un noviazgo de 14 años a un proyecto de convivencia y la otra persona le dice que no porque primero están sus objetivos personales, pero esto tampoco se da, ¿cuál es la confusión?
2. Frente a este tipo de situaciones básicamente lo que corresponde es preguntarse si usted quiere seguir en este tipo de relación, esperando a que él esté listo, por encima de sus intereses personales, o si simplemente a partir de lo sucedido, y la claridad de lo que usted quiere, tome decisiones y haga lo mejor para usted.
3. Para que una relación funcione, tiene que existir la firme y clara convicción de ambos, para establecer un proyecto con metas, objetivos, fechas y decisiones que nos permitan ir configurando una relación, que les permita realizarse como personas, como pareja. Si esto no se da, pues creo que empezamos a navegar en el mar de la frustración.
4. Tantos años de noviazgo nos dan una base de información profundamente amplia para tener certeza de qué es lo que quiere él y qué es lo que quiere usted, a partir de ahí debe tomar decisiones. Creo que si la realidad le causa una clara confusión, entonces tome la decisión de empezar a hacer terapia porque se acercan a los 40, son novios, usted quiere un estilo de relación con convivencia, él no. Lo que corresponde es ser realista, si no puede, lo mejor es que busque terapia.