Farándula

Lynda Díaz habla, entre lágrimas, de la operación que la mandó grave al hospital

La expresentadora asegura que "la bromita" le salió en más de ¢38 millones

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La expresentadora Lynda Díaz habló la tarde de este jueves, a través de su Instagram, de la cirugía estética a la que se sometió el 4 de mayo y que la mandó grave al hospital.

Lynda se recupera en su casa de Florida, Estados Unidos, luego de estar en Cuidados Intensivos en la clínica Bíblica entre el 6 de mayo y el 22 de mayo.

Según dijo, "la bromita" le ha costado casi 70 mil dólares (unos ¢38 millones), que ya aprendió la lección y que no volverá a hacerse una cirugía estética.

La puertorriqueña dijo que se decidió a hacerse una operación en los senos y una liposucción en la clínica privada del doctor Mario Alvarenga por la confianza que le tiene, pero que durante las siete horas de la cirugía estuvo con la presión alta y eso hizo que su salud se complicara.

"Todavía estoy asustada, tengo sueños con la cirugía en momentos bastantes incómodos, sueños bien feos que espero se vayan pronto. El doctor dice que es normal por tanta cosa que he pasado", dijo.

La exmodelo dijo, con lágrimas, que hasta ahora que fue revisada por médicos en Estados Unidos logró comprender lo que pasó y que no presentará ninguna demanda contra el médico.

"Estuve en Cuidados Intensivos unos días, me hicieron diálisis, todavía tengo las marcas en el cuello y aún con eso, paso los tratamientos y me recupero en la Clínica Bíblica, que por cierto, me atendieron de maravilla. Después que yo llego a Miami, vengo a revisar lo que me pasó, no sé, los tratamientos, todo lo que me pasaba. Después de que ya estaba con la diálisis (limpieza de los riñones) se complicó más el asunto, se me llenaron los pulmones de líquido y yo dije: 'hasta aquí llegué, pero gracias a Dios, que es grande y estuvo ahí conmigo todo el tiempo, simple y sencillamente pues aquí estoy viva", mencionó.

La exmodelo aseguró que luego de hablar con varios doctores pudo comprender la gravedad por la que pasó.

Pese a que en varias ocasiones mencionó que no demandará ni al doctor ni a la clínica, sí mandó ciertos hachazos. Dice que aún no entiende cómo si estuvo más de siete horas con la presión alterada no suspendieron el procedimiento.

Según explicó, la operación duró el doble de lo hablado y fue porque el doctor se tardó más tiempo en la cirugía de senos debido a que ya tenía otros implantes.

"Yo entro a sala de operaciones y mientras me están operando mi presión está alta, luego estaba baja, luego alta, así estuve toda la cirugía. Yo no creo que este es el momento de señalar a nadie, creo que las personas que estuvieron ahí pueden entender mi sentir en este momento y sin yo señalar con el dedo, creo que saben muy bien a lo que me refiero. Yo creo que si un paciente está con presión alta empezando una cirugía y te la nivelan y siguen jugando con eso, al riñón lo tienen apretado y no le pasa sangre y colapsa, que fue lo que me pasó, un paro renal y mi cirugía continúo", dijo entre lágrimas.

Silvia Núñez

Silvia Núñez

Periodista de Espectáculos y Sucesos. Bachiller en periodismo de la Universidad Central desde el 2004. Labora en el Grupo Nación desde el 2013.

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