Si hay alguien que sabe en estos tiempos del coronavirus lo que es pasar completamente aislada sin poder abrazar ni besar a su familia esa es Maricruz Leiva.
La periodista estuvo tres meses enteros metida en cuarto de hospital sola luego de una fallida cirugía estética a la que se sometió en el 2018 y por la que tuvieron que hacerle varios injertos de piel y hasta luchó contra tres bacterias que ingresaron en su cuerpo.
Esa situación la llevó a entender que ese sacrificio de no poder estar cerca de los suyos fue por amor y por su salud, por eso la comunicadora dice no entender a los ticos que ahora se quejan por tener que pasar unos días encerrados en la casa al lado de su familia.
“Cuando yo estuve en el hospital mi familia solo podía entra una vez al día y una hora, tenían que entrar como si fueran a un campo de radioactividad, tenían que cubrirse de pies a cabezas y no me podían tocar.
"Cuando salgo igual, estuve aislada en mi propio cuarto, nadie me podía ver, nadie me podía dar la mano, nadie me podía dar ni un abrazo y ahí es cuando yo le digo a la gente que entiendan que todo pasa y que el sacrificio vale la pena, el tener que cuidarnos vale la pena”, mencionó.
Maricruz contó que en aquellos momentos de soledad en el hospital, donde apenas podía ver la luz del sol y una estrella era su compañera por las noches, comprendió que el verdadero valor de la vida es el amor, la familia, la salud y la fe.
Su bastión para enfrentar aquella crisis de salud fue el tener fe y ganas de vivir y por eso no le quedaba más que hacerle caso a los médicos si quería salvarse, misma situación de todos ahora.
"Recuerdo que cuando el jefe de la Unidad de Quemados (del hospital San Juan de Dios) me dijo que visitas no, yo entendí que él estaba preocupado por mí, que era por mi bien. Yo tenía un deseo por vivir y no podía exponerme.
"Si yo puede con mis condiciones, con una bacteria en mi cuerpo, con un diagnóstico de muerte y puede salir adelante, entonces, ¿cómo no van a poder quedarse 15 días en la casa donde sí van a poder estar con la familia, con salud? Porque uno cuando está enfermo lo que desea es estar con la familia compartiendo”, dijo.
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Para reaccionar
Para Leiva la situación que estamos viviendo a causa del coronavirus no es más que un socollón para entrar en razón de lo importante que es cuidar la salud y proteger a los que más amamos.
En aquellos momentos de soledad, de incertidumbre y hasta de dolor su fe y el apoyo de su familia fueron fundamentales.
Hasta la tecnología se convirtió en su mejor compañía, pues se la pasaba viendo películas en su celular o distrayéndose con las redes sociales, por eso, dice no entender cómo la gente se queja teniendo tanto con qué distraerse en estos tiempos.
“Todos los días, ahí solita en el hospital, escuchaba al pastor Mao (Mauricio Rocha), el apoyo de la gente que me quiere era fundamental. Todas las noches a las 7 p.m. hacíamos una videollamada mis tres hermanas y yo y hablábamos por horas. Ahora veo que mucha gente lo está haciendo, la tecnología es una red de apoyo en situaciones así”, señala.
La periodista además recomendó, pues a ella le sirvió mucho en su etapa de aislamiento, leer algún libro, ponerse a pintar o hasta escribir lo que están sintiendo para mantener siempre la mente ocupada.
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A reforzar las medidas
Precisamente por todo lo que ella vivió y por las medidas sanitarias a las que debieron someterse todos sus familiares es que ahora el hecho de tener que lavarse las manos constantemente y desinfectar todo para evitar el contagio del COVID-19 no es nada del otro mundo.
Maricruz contó que por ahora el único que sale de su casa es su esposo, Fernando Vilchez, por cuestiones de trabajo, y es al que le toca hacer todas las compras.
Además, implementaron las medidas de tener toallas y alcohol en gel en la puerta para que antes de entrar él se desinfecte. También procuran andar sin zapatos dentro de la casa y lavar con agua y unas goticas de cloro todo lo que venga de afuera.
“Después de algo tan duro aprendí el verdadero significado de ser cristiano y aprendí a darle valor a cada momento de la vida", concluyó Maricruz.