“Me dediqué a mi novio y ahora que terminamos no tengo amigos ni a nadie cerca”

“Me considero una persona muy sola, ya que tuve un noviazgo entre los 18 y los 31 años, tiempo que le dediqué a mi novio, pero él se fue y me quedé muy sola, porque no tengo amigos. Por él dejé atrás la universidad, el trabajo, los amigos del colegio y me siento encerrada en mi casa y muy enojada con él. Ya no confío en nadie”.

1. Cuando se tiene un noviazgo formal, desde el final de la adolescencia hasta la adultez media y se gira única y exclusivamente en torno a esa relación es posible que el círculo de socialización se reduzca muchísimo, lo cual siempre es un grave error.

2. Es preocupante que a partir de la ruptura, usted decida encerrarse, desconfiar de la gente y poner las cosas en términos de que no creer en nadie, cuando en realidad fue usted la que eligió alejarse de todos y darle la exclusividad a su relación de pareja. Este modelo afectivo lo tiene que revisar, pues aunque una relación de pareja requiere exclusividad, tiempo y atención, no es el único espacio de atención en la vida de una persona.

3. Le corresponde interiorizar sobre este modelo afectivo y darse cuenta de que si usted se aleja de los demás, las personas no se acercan y que no puede culpar a los que ya no están porque simplemente usted giró todo en torno a su pareja. El reto que tiene ahora es abrirse, salir de la casa, empezar a crear y construir lo que dejó de lado por su ex porque encerrada en la casa, la soledad se va a acrecentar.

4. No puede culpar a nadie, ni encerrarse, ni pretender que las personas que están a su alrededor intuyan lo que usted necesita. Si usted vive en una posición de aislamiento, esto nunca tendrá un buen resultado, así que debe tratar de ser creativa, levantar el teléfono, llamar a quienes ya no están y empezar a abrirse, porque solo de esta manera va a lograr darle un giro a su vida.